La propiedad estatal de los medios de comunicación, o
simplemente “medios”, impone ciertos retos a los educadores de votantes,
especialmente a quienes trabajan en situaciones de transición. Esta sección examina estos retos. También sugerimos
consultar los asuntos alrededor de la Estructura
de la propiedad de los medios.
La regulación estatal de los medios es una espada de
doble filo; puede tanto fortalecer como limitar los programas educativos.
Propiedad
En algunos países, todos o muchos de los medios son
propiedad del Estado o están controlados por el mismo.
La propiedad del Estado y, por ende, el control estatal
sobre las políticas y el contenido de los medios, disminuye a medida que
aumenta la tendencia hacia la privatización o por lo menos hacia la
comercialización o propiedad conjunta. Sin embargo, todavía existen muchos
países donde la televisión, la radio o los periódicos nacionales son todavía
propiedad del Estado.
Por supuesto, el control sobre los medios puede llegar
más lejos. La legislación puede prohibir o inhibir la diversidad de medios a
través de distintas medidas que van desde limitar el acceso a los recursos,
incluyendo los canales de transmisión, grandes multas por cubrir determinadas
situaciones, hasta la censura completa.
La percepción pública del Estado
El problema que tiene la educación al votante no es
necesariamente la propiedad o el control estatal de un medio específico
requerido para la difusión de su mensaje, sino que los educadores no tengan
acceso a este medio en lo absoluto. El verdadero problema tiene que ver con la
percepción que tienen los ciudadanos hacia los medios cuando se percibe que el
gobierno los utiliza como sus voceros debido a que son propiedad del Estado o están
bajo su control.
Los regímenes están interesados en mantenerse en el poder,
y los medios les ofrecen la oportunidad de comunicar y manipular los mensajes
que pueden influir en el apoyo que les ofrecen los ciudadanos. Todos los
participantes en una elección, si pueden, harán uso de los medios. Los medios
también son utilizados para fomentar la igualdad a través de la cobertura
periodística cuando el campo de acción dentro de las elecciones está
particularmente disparejo. Los gobiernos pueden incluso controlar este acceso
negociado si tienen la capacidad para determinar las tarifas de acceso.
Los educadores electorales pueden enfrentarse con un
problema si la mayoría de votantes desconfían de los mensajes enviados a través
de los medios que son propiedad, o están bajo el control, del Estado, o cuando
el gobierno no permite que el organismo electoral prepare mensajes que sean percibidos
como debilitadores del apoyo al régimen existente.
Esta situación se presentó en Sudáfrica antes de las
elecciones del año 1994. Allí, los educadores de votantes propusieron y se
aceptó la creación de un consorcio que se encargara de la preparación y
divulgación de todos los mensajes educativos en las estaciones de radio y
televisión de propiedad del Estado. Los votantes escuchaban y observaban
afirmaciones provenientes de este consorcio diferentes a las noticias y temas
actuales preparados por el propio medio.
En otras situaciones, para lograr que los votantes
diferencien sus mensajes de aquellos que les generan desconfianza, los
organismos electorales desarrollan una identidad propia para comunicarse y así
incrementar el nivel de confianza en los mensajes.
Ventajas de medios de
comunicación estatales
Al mismo tiempo, si la percepción negativa del público y
la censura no son una preocupación, el educador puede considerar ciertas
ventajas que los medios de comunicación estatales pueden tener en relación con
las emisoras comerciales. En primer lugar, los medios de comunicación estatales
pueden estar obligados por ley a prestar tiempo de emisión gratis a los
organismos electorales, y quizás inclusive a las organizaciones de la sociedad
civil, para emitir mensajes de educación electoral y anuncios de servicio
público. Dependiendo del desarrollo de la infraestructura de los medios de
comunicación del país, los estatales también pueden tener mucho mayor alcance
que los organismos de radiodifusión privados en términos de población y alcance
geográfico. Y es más probable que ellos, y no los medios de comunicación
comercial, tengan emisiones en zonas donde residen los sectores más pobres de
la población.
El trabajo en periodos no electorales
Desafortunadamente, es mucho más difícil establecer esa
diferenciación en los mensajes cuando se relacionan con programas mucho más
generales de educación cívica. Dado que éstos son diseñados para incrementar el
compromiso con la democracia y con la participación cívica, los mensajes tienen
que ser creados y difundidos en un ambiente abierto. Sin embargo, éste no
siempre existe. Hay evidencias que sugieren que cuando no es así, los mensajes
tendrán el mismo sesgo que los mensajes que difunden la posición del Estado.
Regulación
Los Estados pueden desarrollar regulaciones que
fortalezcan las campañas electorales. Pueden limitar los monopolios privados de
los medios, que pueden dejar sin voz a algunas opiniones políticas.
Los Estados también pueden, bajo ciertas condiciones,
ofrecer tiempo al aire gratis en los medios privados o públicos. Esto puede ser
importante si los organismos electorales o las organizaciones de la sociedad
civil no están en posición de pagar por la transmisión de los mensajes.
Por lo general, la
regulación de los medios y la función que desempeña el Estado es un tema
complicado, pero muy importante para aquellos involucrados en las elecciones.
Para conocer más sobre este tema, consulte Legislación o regulaciones
sobre los medios durante elecciones.