Las
calcomanías son también productos para la información electoral cada vez más
populares. Estas pueden venir en cualquier variedad de tamaños y formas, desde
las relativamente pequeñas que pueden ser utilizadas para adornos de cuadernos
de colegio y artículos de niños, a específicamente diseñadas para los postes en
la vía pública, tableros de información, e incluso los parachoques de los
carros. La cantidad de información que puede ser incluida dependerá del tamaño
de la etiqueta. Las calcomanías pequeñas no serán aptas para diseños muy
complejos o muchas palabras, tal vez un logo y un lema solamente. Información
adicional, como la fecha, tiempo y tipo de votación, puede ser incorporada en
calcomanías más grandes.
Las
calcomanías tienden a ser un gran éxito entre los electores más jóvenes y
pueden ser distribuidas a través de escuelas y universidades, de organizaciones
de la sociedad civil y en eventos especiales, así como parte de paquetes con
diferentes productos que pueden incluir playeras, carteles, libros de
historietas, etcétera. Las calcomanías también son muy útiles para llamar la
atención acerca de algún evento o actividad relacionados con la elección, como
el registro de electores. Si bien una etiqueta puede ser muy pequeña como para
contener un mensaje completo, podría tener sólo una palabra que llamara la
atención del público hacia otros materiales en el paquete, como carteles y
espectaculares. Muchos países, además, usan calcomanías con la proclama “Yo
Voté” como un medio de demostrar el orgullo de los que han emitido sus votos y
motivar a quienes no lo han hecho aún.
Si
las calcomanías serán colocadas en áreas públicas, ya sea en autobuses, postes,
edificios, paradas de autobús, o en estaciones de metro, los educadores
deberían revisar las leyes electorales y reglamentos municipales para
asegurarse que eso no es problema. Algunas compañías tienen derechos exclusivos
para la publicidad en el transporte público y producen sus propias calcomanías,
de tamaño especial, para los lugares designados.