Los
programas educativos establecen estándares para ellos mismos o los promotores
del programa los establecen por ellos. Cuando la certificación es un componente
del programa, ésta actúa como un punto de referencia. Cuando no se cumple esta
condición, se considera una combinación de las aptitudes del personal, los
resultados de los educandos, los materiales y la planta de educación
disponibles, el personal de apoyo, así como el programa mismo.
Al
monitorear programas de educación no formales (para más sugerencias de
evaluación detallada, ver Monitoreo y evaluación), los dos puntos de referencia que hay
que considerar son los procesos y los resultados.
Procesos
Los
programas educativos requieren ciertos procesos. Estos pueden ser la realización
de un calendario de espacios radiales educativos y anuncios publicitarios en
televisión, o un conjunto de eventos educativos, cada uno de los cuales tiene
sus propios procesos internos.
Los
organizadores educativos deben ocuparse de los procesos que están en curso, y
asegurar que la calidad esperada se está manteniendo a través de una serie de
actividades de monitoreo, evaluaciones del personal y evaluaciones cuidadosas
por parte de sus similares.
Resultados
Los
resultados requieren de un monitoreo sólo para asegurarse que en realidad se están
dando. Se asume que los objetivos han sido establecidos correctamente y que si determinados
resultados pueden verse y medirse, el programa está alcanzando la calidad
planeada. Este es el enfoque de manejo de calidad que predica el lema: "si
funciona, no lo arregle".
Por
supuesto, es posible que además de los resultados esperados, aparezcan algunos
no deseados que pueden, al paso del tiempo, afectar la calidad del programa.
Dichos
resultados puede incluir percepciones de la organización educativa, impresiones
sobre la manera como la actividad debe ser desarrollada, e incluso las actitudes
frente a otros educandos.
Evaluación regular del programa
Descubrir
estos resultados y considerar las cuestiones de procedimiento puede ser difícil
a menos que exista un foro para la evaluación regular del programa, en que el
personal se reúna con los líderes del equipo y revisen una lista de control del
comportamiento deseado del personal y los objetivos educativos. Los procesos
pueden evaluarse preguntando: "¿Cómo lo estamos haciendo?" y los
resultados puede evaluarse al preguntar: "¿Qué está sucediendo como
resultado del programa?".
Dicha
evaluación, basada en la lista de control, debe respaldarse con los datos
provenientes de fuentes externas. Estos datos pueden proporcionarlos los
cuerpos de monitoreo y evaluación, o pueden recolectarlos los gerentes al
participar en los eventos reales o que al comportarse como clientes de sus
propios servicios.