¿Es necesaria la educación electoral?
Las elecciones son disputadas por los partidos políticos. Son administradas por las autoridades electorales. Los votantes se registran y luego votan.
¿Bajo qué circunstancias y con qué derecho se involucran los educadores en este proceso aparentemente simple? Después de todo es un proceso que emprenden los adultos quienes presumiblemente se conocen perfectamente, y tienen la sofisticación necesaria para sobrevivir en el contexto sociopolítico en el cual se llevan a cabo las elecciones.
Un caso simple y obvio puede resultar al diseminar información al público sobre la forma como se conducirán las elecciones. Pero ¿qué es un mandato para una educación más extensiva, que recalque la importancia de las elecciones, no solo en época electoral sin como una iniciativa duradera?
Hay personas que argumentan que la educación electoral es de hecho un intruso y un abuso abierto, que debe ser excluido del proceso electoral.
Un creciente compromiso hacia la educación al votante
Un mandato creciente para la educación electoral es consecuencia de gran variedad de fuentes. Los principios internacionales que están surgiendo hoy día apoyan la diseminación de la democracia y la extensión del sufragio universal a todas las personas. Las elecciones, por supuesto, son parte integral de este movimiento. Entonces, en este contexto, la educación al votante asegura que los ciudadanos comprenderán y serán capaces de ejercitar sus derechos electorales.
Sumado a lo anterior, los mandatos legislativos establecen funciones claras para las autoridades electorales. Hay una creencia universal que sugiere que las autoridades electorales deben proveer no solo información pública sino también educación para asistir a los votantes al ejercitar su responsabilidad cívica al votar.
El mandato define las directrices de la educación electoral
Establecer un mandato permite que los educadores se centren en los objetivos apropiados para las sociedades particulares y los procesos electorales en los cuales están operando. Existen muchas áreas de educación que pueden aplicarse en una democracia moderna. Sin embargo, persiste alguna confusión entre tres conceptos que ocasionalmente se usan intercambiablemente:
- información electoral
- información al votante
- educación cívica
Por lo general estas áreas se superponen. Lo cierto es que una elección suscita una multitud de asuntos sobre quiénes pueden están interesados en obtener educación y más información. Los educadores por lo general usan las elecciones como plataforma para ensanchar la comprensión de las personas frente a temas sociales, económicos y políticos generales. Pueden incluso utilizar esta oportunidad para intentar mejorar las habilidades organizacionales de las personas. Todos estos son aspectos importantes de la educación para una democracia funcional.
No obstante los educadores deben enfocarse. Ellos necesitan operar en un ambiente claramente definido. El desarrollo de mandatos tanto generales como específicos, por lo tanto, es fundamental para definir el enfoque.