En algunas situaciones, la educación al votante puede encontrarse en un vacío legislativo. La existente legislación electoral, por ejemplo, puede no haber considerado la necesidad de la educación electoral y puede mantenerse silenciosa ante ese tema. En otros casos, pueden existir restricciones innecesarias sobre las elecciones con el fin de limitar el derecho o intencionalmente mantener el electorado en un estado de ignorancia. Como resultado de estos cambios en el sistema de gobierno, la legislación puede no haber sido formulada simplemente porque el proceso en sí se encuentra atrasado frente a las emergentes necesidades. La ausencia de una ley electoral que establezca la educación al votante seguramente exacerbará la incertidumbre general.
El camino más deseable será prevenir que ocurra este vacío. Las autoridades electorales muchas veces se enfrentan a la inercia sin una legislación. Otras organizaciones pueden no desear comprometer recursos para materiales y programas educativos que pueden resultar obsoletos por discrepancias imprevistas entre las proyecciones de los educadores y las intenciones de los legisladores.
Los vacíos electorales ocurren y esperar llenarlos puede ser imposible. La planeación educativa requiere tiempo y organización. Y entre menos tiempo se le dedique a este tema los costos serás más altos, sin mencionar los riesgos al gastar recursos y confundir a la ciudadanía.
Superando los vacíos legislativos
En caso de que en la legislación no exista o se descuide la educación, se pueden tomar medidas para que los programas no se disuelvan en perogrulladas, generalidades innecesarias o afirmaciones inexactas y engañosas.
Como primera medida, los educadores deben comprender claramente su misión, manifestarla continuamente y mantenerse apegados a ella.
Hay que retornar a los principios iniciales que construyeron la educación alrededor de la democracia y ayudar a aquellos que están comprometidos con la educación para entender las razones detrás de muchas decisiones que se tomarán frente a la legislación. Posiblemente no sabremos si los votantes deberán presentar documentos de identidad, tarjetas electorales o marcar sus dedos con tinta indeleble. Pero será posible mostrar por qué no pueden existir una duplicación de los votos y las diferentes formas para evitar que esto suceda.
Finalmente debemos facultar y animar a los participantes para que busquen información por sí solos. Bases de datos, redes y cadenas de información son recursos importantes para que ellos desarrollen esta tarea. Inicialmente se puede instruir a la ciudadanía en lo concerniente a la legislación básica para que posteriormente, una vez encaminados, ellos mismos indaguen sobre el tema.