Esta área temática considera tres conceptos interrelacionados: la información al votante, la educación al votante y la educación cívica, debido a que cada uno de estos términos ha sido utilizado en relación con la preparación y administración electoral.
Sin embargo, la educación cívica puede ser definida en formas que claramente la lleven fuera de los límites de la administración electoral, a pesar de que la persona a cargo de la educación durante las elecciones puede estar también involucrada en la empresa más amplia de la educación cívica. De hecho hay algo que sugiere que la educación al votante--- el título preferido para esta área temática --- es realmente una amalgama de información para votantes y ciertos aspectos del programa de educación cívica, es decir, aquellos relacionados con las elecciones.
En algunos casos, el término Educación cívica es utilizado para describir las tareas educativas que llevan a cabo ciertas instancias educativos, tales como los colegios. Sin embargo, también es común utilizarlo para describir actividades desarrolladas con adultos. Esto es particularmente cierto en los casos donde se desarrollan actividades educativas para adultos relativas al proceso electoral y en las que el término "educación al votante" es considerado muy estrecho o anacrónico.
Esta área temática mantiene la discusión en un plano informal y relacionado con la educación para adultos, aunque de hecho haga algunos comentarios respecto a la educación en los colegios, específicamente cuando se examina la Institucionalización de la Educación Cívica. También puede sugerirse que el término Educación cívica por sí solo no alcanza a abarcar toda la complejidad de la educación en apoyo a las elecciones y la democracia. Después de todo, es un término que describe la relación con una autoridad civil y no necesariamente con una autoridad democrática.
Esta sección contempla una Terminología Alternativa, algunos de los Mensajes Ordinarios que los educadores cívicos consideran importantes y la Relación entre la Educación General y la Educación Cívica.
También sugiere que la educación cívica en una democracia se aprende y se enseña mejor al calor de la lucha para establecerla y consolidarla (ver Procesos Sociales).
Incertidumbre continua
Cuando las actividades educativas en favor de las elecciones son esporádicas, es normal que resulten en discusiones entre la gente sobre lo que están haciendo y como deben llamarlo. El campo esta en movimiento, al igual que lo esta el campo de los estudios democráticos a finales del siglo XX. La gente esta ensayando distintas alternativas para mantener y ampliar la democracia. La educación para los ciudadanos es una de ellas.
Hay dos tentaciones comunes en este campo. Una es considerar que todo es educación cívica e intentar establecerla como el principio integrador e inamovible de todas las tareas educativas. La otra es reducirla a un rincón pequeño y aislado de otros aprendizajes necesarios para la vida. Ambas han sido aplicadas en la práctica o cuando menos contempladas en la teoría. Ninguna de la dos es muy útil. Encontrar el balance que se requiere para que los votantes sientan que tienen el poder y que efectivamente lo tengan para fundar, construir y mantener una democracia apropiada para su contexto, es el próximo reto que deben enfrentar todos los educadores y activistas de la democracia.