La delimitación de un mandato para la educación al votante requiere que todos los grupos participantes involucrados en una elección comprendan y se adhieran a los principios fundamentales de unas elecciones libres y justas. Con el fin de que los votantes acepten el resultado y le permitan gobernar al ganador, éstos deben creer que la elección fue conducida de manera libre y justa. Para que esto suceda todos los grupos participantes deben colaborar en el establecimiento y mantenimiento de un grupo de reglas y prácticas aceptadas transparente y ordenadamente, para desarrollar una conducta y etiqueta electoral que soporte estas reglas.
Es claro, que existen grupos participantes que no tienen ningún interés en el resultado de una elección, salvo que éste exprese la voluntad del pueblo, o del electorado. Pero los partidos, otras facciones políticas y los electores individuales tendrán un interés en la competencia por el poder. Entre estos individuos se encontrará la mayoría de los educadores y organizaciones de la sociedad civil. Nadie es inmune, y, ciertamente, se espera que todos voten y tomen de manera informada una decisión política a favor del candidato de su preferencia.
Se puede argumentar que esta competición hace imposible que alguien colabore en favor del proceso y no del resultado. Dada esta circunstancia, posiblemente lo mejor que se puede esperar es una vigilancia basada en el interés propio. No importa que la colaboración esté basada en intereses y no en motivaciones. Aun si de esta forma no se logra la colaboración, es necesario que las elecciones sean conducidas por organizaciones y cuerpos extranjeros. Existen amplios precedentes donde elecciones nacionales se han llevado a cabo sobre esta base.
Este tipo de arreglo no es perdurable a largo plazo, y todos los países casados con la democracia deben desarrollar estrategias para motivar conductas colaboracionistas entre los ciudadanos y sus partidos políticos y representantes. Para conducir programas de educación electoral, este comportamiento debe extenderse al desarrollo de un mandato para la educación al votante alejado de la propaganda política.
La clave de los votantes para los intereses de los candidatos
Es el interés de los candidatos que los votantes estén bien informados y preparados, bien motivados y capacitados para tomar decisiones críticas. Es de su interés que haya una gran participación electoral y que los resultados de una elección reflejen un proceso libre y justo. En este proceso y aceptando el resultado, el votante individual es clave y la educación para el electorado es un componente importante para lograrlo.