Aún con el financiamiento del gobierno y las concesiones internacionales, los proyectos de educación electoral puede requerir financiamiento adicional. Existe incluso la posibilidad de que, si se adquiere financiamiento adicional para ciertos proyectos, éstos puedan aumentar el alcance de otros aspectos de un programa nacional.
Cierto tipo de proyectos se encargan de la recuperación de los costos y de su autofinanciamiento; y existen acuerdos institucionales que proporcionan mejores caminos para desarrollar este tipo de trabajo. Esta sección define la recuperación de costos, sugiere la forma como algunos programas de educación al votante puede autofinanciarse, y explica cómo organizar un sistema para alcanzar esto.
¿Qué es la recuperación de costos?
La mayoría de las organizaciones no estatutarias involucradas en la educación electoral son fideicomisos, beneficencias y organizaciones no lucrativas. Desarrollan su trabajo por el interés público. En términos de su estatus legal nacional o internacional, no son compañías que buscan generar utilidades.
Empero, pueden recuperar los costos de sus negocios a través de un cliente o a través de una tercera parte. Estos costos ciertamente incluyen, si están cuidadosamente presupuestados y facturados, los costos del desarrollo del programa, gastos organizacionales, y sustentabilidad de futuros proyectos.
¿Qué hay de las actividades comerciales?
A medida que la educación al votante se convierte en una actividad más especializada, y con el advenimiento de programas de educación electoral, hay compañías que ven la posibilidad de obtener trabajo sobre una base comercial. Esto es particularmente cierto para los proveedores de las organizaciones de educación al votante, ya sean impresores, artistas comerciales, agencias de publicidad o distribuidores. Las autoridades electorales podrán obtener los servicios de las agencias gubernamentales al costo, o utilizar su tamaño para obtener precios comerciales especiales aun cuando la mayoría de los servicios no se ofrecen pro bono.
Manejar estos servicios, ya sean como subcontratos o como proveedores primarios, requiere especial atención y plantea varias problemáticas separadas. Ver Recuperación de Costos y Autofinanciamiento, Gestión de Contratos, y Publicidad Comercial.
Hacer que la educación electoral se pague por sí misma
Hay una variedad de opciones abiertas para quienes planean los programas.
Proporcionar educación a aquellos que puedan pagarla. Ciertas organizaciones están interesadas en asegurar una educación al votante efectiva para sus miembros y son capaces de pagar por este servicio. Las compañías, en particular, pueden considerar esencial la educación cívica para su fuerza de trabajo. Si ellos ven los beneficios de ésta en términos de niveles más altos de compromiso con la compañía, menos disturbios por incertidumbre política, y unas mejores relaciones humanas, así como capacidad para tomar decisiones, es posible que incluyan este entrenamiento dentro del presupuesto de la compañía.
Adicionalmente, pueden estar dispuestos a cubrir los costos de los materiales y permitir una copia extra para ser usada no sólo por los miembros de la compañía.
Encontrar una tercera parte de clientes que paguen. Muchas compañías también tienen inversión social y presupuestos de mercadeo que pueden poner a disposición sobre la base de una tercera parte de clientes base que paguen. Los educadores electorales identifican una audiencia de enfoque que tenga algún vínculo con la compañía. Tal vez son los niños de colegio de los empleados de la compañía, o el establecimiento de seguridad vecino a la compañía, o simplemente un grupo que la compañía apoya en otras circunstancias (personas discapacitadas, un grupo de teatro).
Se diseña un programa educativo para este grupo y a los miembros se les cobra por el programa ya sea individual o grupalmente. La tercera parte de clientes que pagan recogen la factura.
Obtener patrocinios o publicidad local. los materiales de educación al votante están dirigidos a grandes números de personas. Las compañías también desearán que los asocien con los mensajes positivos comunicados. Es posible estructurar arreglos en material impreso y de radiodifusión que les permita a las compañías usar sus presupuestos publicitarios para cubrir los costos.
Puesto que estos acuerdos son muy usuales, los anunciantes pagan por la exhibición y no tienen control sobre el mensaje. No obstante, pueden tener ciertas expectativas contractuales que deben alcanzar: el número de personas a quienes está dirigido el mensaje, la calidad de la producción, y la actitud profesional y no partidaria del mensaje. Los anunciantes desean un servicio profesional y no quieren que los relacionen con una baja calidad de trabajo.
Esta propaganda aplica tanto para la que se vende en un simple volante exhibido en una carnicería o tienda de la esquina local, como para una transmisión nacional de televisión en horario estelar.
Fomentar la inclusión de mensajes de educación al votante en productos comerciales. Las compañías distribuyen sus propios productos. Ellos pagan por la producción. Es posible animarlos para saquen un empaque especial durante la época electoral. Muchos empaques de leche y cereal para el desayuno están diseñados para apoyar competencias, campañas cortas, entre otras, y éstas han sido usadas para buscar niños perdidos e impulsar varias campañas de salud. Proporcionarle a las compañías un conjunto de logotipos y mensajes estándar que puedan imprimirse sobre el empaque es una manera simple de cubrir los costos de distribución y producción.
Sumado a estos productos, muchas compañías organizan sus propios periódicos y volantes. Los artículos estándar encontrarán aceptación en este medio sin costo alguno que no sea la preparación básica y el enfoque del artículo.
Organice los sistemas necesarios. Para conducir éstos y otros programas de recuperación de costos, los educadores electorales necesitarán organizar una serie de sistemas que usualmente van más allá del orden normal de negocios de las organizaciones no gubernamentales o autoridades electorales.
Será necesario contar con una licencia de operación para preparar y monitorear el uso de mensajes estándar y logotipos, un departamento de facturas que pueda rastrear y facturar toda la actividad comercial y contractual, y una agencia que pueda manejar la reservación y colocación de la publicidad.
Los propósitos de esta actividad son dos. Necesitan generar ingresos para que otros programas que no los produzcan puedan extenderse. Necesita evaluar las oportunidades de distribución gratuita o con costos reducidos para los mensajes de educación electoral a través de la interacción con el mercado.
Es esencial comprender el propósito de esta actividad. De lo contrario, puede tener su momento y empezar a dominar las decisiones relacionadas con la colocación de los recursos. De igual manera debe mantenerse totalmente separado de las decisiones relacionadas con el manejo de contratos comerciales para educación electoral o para proveer servicios, o de lo contrario puede llegarse a un conflicto de intereses complicado e incluso hasta controversias sobre comisiones o fraudes. Una compañía fácilmente puede decidir patrocinar una publicación a efecto de asegurar que el trabajo de impresión les será proporcionado, y las controversias similares están limitadas sólo por la imaginación del sector comercial.