Como resultado del análisis de las necesidades educativas, los educadores harán uso de un amplio repertorio de métodos basados en su propia estimación sobre cómo alcanzar los objetivos establecidos. No obstante, hay tres metodologías o paradigmas preponderantes: publicidad, información pública y educación, y aprendizaje en grupo.
Métodos combinados
Los programas educativos amplios pueden hacer uso de los tres paradigmas. Esto puede llevar a dinámicas interesantes, pues quienes practican cada una de éstas aportan a las reuniones y al programa su lenguaje, sus premisas de planeación y sus enfoques educativos.
La educación como soporte de las elecciones y la democracia tiende a ser una iniciativa ecléctica, debido a la diversidad de audiencias y resultados educativos. Esta área temática también es ecléctica porque tiene en cuenta muchos países y contextos electorales. Pueden existir personas que creen que estos paradigmas son mutuamente excluyentes y hay quienes consideran que traen consigo resultados inesperados que socavan el proyecto democrático.
Cada vez es más difícil, empero, mantener un enfoque purista sobre la educación para los adultos. Ciertamente en el terreno político, el arte de lo posible ha sido dominante. Sumado a esta aproximación pragmática, el paradigma de aprendizaje del grupo - que aparentemente se acerca más al ideal democrático de diálogo y debate - deja bastante que desear en términos de escala. Como resultado, tiende a llevar el programa educativo a una ubicación escolar formal. Y esto genera sus propios problemas. Así que será mejor considerar el paradigma de propaganda, información pública y aprendizaje de grupo como recursos de los cuales una educador extrae los métodos y técnicas necesarias para alcanzar sus objetivos de la forma más efectiva.
Publicidad
La publicidad establece una marca de identidad, diferencia un producto de otros en el mercado, y alerta a los consumidores sobre la disponibilidad de un servicio o producto. Sus técnicas pueden utilizarse para transmitir un mensaje de manera muy efectiva.
Una de las técnicas utilizadas, particularmente en sociedades que valoran la educación y la auto-superación, es invocar la metáfora del salón de clases para realzar el mensaje. Por esta razón, usualmente se escoge el paradigma de la publicidad para programas de educación e información electoral.
Las agencias de publicidad tienen una ventaja adicional en su aparente conocimiento de la audiencia y en su habilidad para crear mensajes rápidamente de acuerdo con los estándares requeridos por los medios de impacto nacional.
La naturaleza básica de este paradigma es que inicia con un mensaje que debe comunicarse y que se ha construido en el centro del programa. En algunos casos, el mensaje se relaciona directamente con una investigación de las necesidades educativas del grupo de enfoque. En la mayoría es una construcción basada en parte en el conocimiento de la audiencia y en parte en los objetivos del programa. Esta decisión estará basada en suposiciones de aquello que necesitan las personas con el fin de participar en una democracia o elección. Para otros detalles, ver Publicidad Comercial.
Información y educación pública
El segundo paradigma es la campaña nacional de multimedia basada en principios de información pública. Se apoya en técnicas de comunicación de masas, algunas de las cuales vienen del mismo medio publicitario. Pero también formula ciertas suposiciones sobre la importancia de las instituciones y organizaciones en el desarrollo de las actitudes y comportamientos de las personas.
Esta preocupación por el individuo en el grupo, más que por el individuo per se, caracteriza la práctica subyacente en un programa de educación pública. Es ésta dependencia en la identidad corporativa, y la importancia de los factores ambientales, lo que determina qué tan apropiado es el paradigma de educación pública en sociedades en desarrollo y en sociedades donde los valores comunales siguen existiendo.
Aprendizaje en grupo
El tercer paradigma, y el que predomina en las instituciones formales, es aquel que pone el aprendizaje en grupo en el centro del programa. Ya sea dentro de un salón formal de clase, donde tanto los logros individuales como el desempeño y apoyo del grupo operan de manera ambigua, o dentro de un grupo de aprendizaje informal de la comunidad, quienes seleccionan métodos de aprendizaje en grupo tienen que considerar su potencia contra su efecto acumulativo relativamente lento.
Si bien las actividades educativas directas (ver Comunicación Directa) conforman la experiencia de la mayoría de las personas y se ha desarrollado un amplio rango de tecnologías educativas para grupos pequeños, sólo tiende a alcanzarse un impacto educativo significativo cuando existe una interacción regular entre un educador y un grupo. Establecer reuniones regulares de principiantes y educadores es costoso, excepto cuando existen instituciones educativas formales que ya están acomodadas y la educación como soporte de la democracia y las elecciones puede integrarse dentro del currículum de esas instituciones formales (ver Procesos Sociales).
Así que quienes trabajan dentro de este paradigma tienen constantemente que compensar la calidad de la experiencia educativa para grupos pequeños de principiantes con las demandas de educación universal. Como resultado, el aprendizaje en grupo se utiliza comúnmente para grupos especializados y el desarrollo de capacidades especializadas, mientras que las técnicas de educación pública general y publicitarias se utilizan para la mayoría.