Si bien esta área no distingue entre diferentes contextos sociales y políticos, si identifica algunos elementos específicos que pueden resultar más apropiadas en un contexto que en otro.
El contexto social y político dentro del cual se lleva a cabo una elección o plebiscito tiene un impacto fundamental sobre el programa educativo que lo apoya. Así, la educación cívica en general o un programa de educación para la democracia estará altamente influenciado por la historia y el ambiente sociopolítico dentro del cual es planeado e instrumentado.
Hay metodologías que tienen una mayor relevancia y cuya selección puede estar determinada tanto por las metas e ideología educativas como por el contexto local; pero seguramente habrá metas que estén determinadas por el contexto, especialmente cuando están fuertemente ligadas al ambiente político y electoral.
No todo el material sobre educación electoral disponible especifica las circunstancias bajo las cuales es producido. Dicha información puede hacer que estos materiales sean más útiles, e incluso permitir el uso de materiales de contextos similares aun cuando estén separados temporal y geográficamente.
Democracias establecidas
Aun en democracias que ya están establecidas y que cuentan con una tradición de celebración periódica de elecciones, existen diferencias considerables en la forma de enfocar una educación que apoye a las elecciones y la democracia. Tanto Australia como Canadá tienen programas de educación al votante sustanciosos y de largo alcance que operan todo el año y durante la época electoral. En algunos países de Europa, los movimientos de educación cívica se enfocan en los estudiantes y gente joven y están conducidos primordialmente por organizaciones de la sociedad civil, mientras que en la India, un ambiente político vibrante y partidista es el que sostiene el interés en las elecciones.
Los Estados Unidos poseen un movimiento crecientemente influyente que busca la reforma del currículo y que promueve la educación cívica junto con gran número de movilizaciones de los votantes y organizaciones educativas. Algunas de éstas pueden considerarse más como organizaciones defensoras o promotoras de determinadas causas que como educadores electorales no partidarios. No obstante, existen otras que tienen una historia digna de mostrar en términos de fomentar el registro electoral y ayudar a la preparación de las votaciones y la promoción del voto.
Transiciones a la democracia
Un gran número de países han experimentado el regreso a la democracia después de un período de gobiernos autocráticos o, en algunos casos, el establecimiento de un orden democrático por primera vez. Invariablemente la primera elección, o "fundacional", se ha caracterizado por una movilización política y una educación electoral significativas. Cuando la comunidad internacional ha participado en la transición, ha descubierto la importancia de su contribución, inclusive en las elecciones y, como resultado, se han generado grandes inversiones en el terreno de la educación así como en el campo de la administración electoral.
Esta inversión se ha materializado en forma de asistencia técnica, apoyo a las organizaciones domésticas de la sociedad civil y a las autoridades electorales. De igual forma se han compartido materiales y recursos a través de programas de capacitación. En algunos casos esto se ha traducido en el establecimiento de organizaciones locales y regionales auto sustentables. Empero hay circunstancias, particularmente en África, donde no ha sido posible sostener la intensidad y compromiso del primer resplandor de actividad democrática, así como la educación de los ciudadanos a través de recursos locales.
Reconstrucción de Estados derruidos y nuevos Estados
El colapso de Estados por sus propios conflictos, o la decisión de líderes, ciudadanos y la comunidad internacional de reconocer nuevas fronteras estatales, pone trabas particulares a aquellos que deben colaborar en el desarrollo de estos estados. En algunos casos, se han realizado numerosos referendos antes de que se hayan establecido las nuevas fronteras y, subsecuentemente, ha habido elecciones para nuevas asambleas a nivel nacional y local.
Típicamente, la comunidad internacional se ha visto involucrada en estos procesos con un programa integrado que incluye programas de apoyo a la ciudadanía y a las elecciones. Estos inevitablemente deben ir de la mano de la construcción de nuevas instituciones, y de la protección y estímulo a la sociedad civil. Fuera de los programas tradicionales de información y educación electoral, ha existido liderazgo, tolerancia y educación general en los programas democráticos.
Aunque ha habido algunos casos de transferencia de programas, ésta no parece ser la mejor opción. Por el contrario, se deben crear programas educativos ab initio en lugar de asumir que el programa utilizado en un Estado puede transferirse a otro.
Lecciones generales
Después de alguna confianza inicial, parece claro que la educación como soporte de las elecciones y la democracia es una actividad de largo plazo que requiere la construcción de una capacidad doméstica, así como del apoyo y complemento regional.
Además, ni la educación cívica, ni mucho menos la educación al votante, pueden sustituir el establecimiento de instituciones democráticas sostenibles que incluyan partidos políticos viables, asambleas funcionales, una adecuada cultura de la gobernabilidad, garantías constitucionales respaldadas por un poder judicial independiente, una administración electoral capaz de conducir elecciones periódicas y un Estado efectivo.
En este ambiente, los ciudadanos pueden ejercitar sus derechos y pueden ser educados en los roles y responsabilidades que implica ser un ciudadano, incluyendo las elecciones. En circunstancias menos propicias, puede que sea necesario establecer otras metas educativas (ver Terminología Alternativa).