Las elecciones requieren de organizaciones especiales que concentren los recursos provenientes de distintos sitios. Como regla general, así emergen consorcios y coaliciones, especialmente en elecciones fundacionales o que revisten un significado muy especial.
Es poco probable que una sola organización pueda manejar todas las tareas educativas que necesitan ser concluidas durante una campaña de educación al votante. Aunque se haya establecido un equipo líder por parte de las autoridades electorales, querrán desarrollar una capacidad en la sociedad civil para poder incrementar su alcance y así fortalecer la atmósfera democrática que viene con la confianza en las organizaciones de la sociedad civil.
También habrá organizaciones más grandes de la sociedad civil que conducirán sus propios programas educativos y tendrán capacidad de interactuar directamente con las autoridades electorales; y que por medio de esta interacción asegurarán que sus actividades son complementarias a las de cualquier otro programa oficial. Habrá muchas organizaciones, sin embargo, que por alguna razón, necesitan trabajar juntas de una forma más organizada para poder maximizar los recursos y la cobertura.
Razones para trabajar en grupo
Se puede:
- Economizar recursos,
- Sobreponerse a los prejuicios contra algún candidato o las autoridades estatuarias,
- Usar las capacidades de diferentes organizaciones.
En cualquiera de estos casos, hay dos opciones organizacionales abiertas para las organizaciones que no quieren operar a través de una sola entidad o de una relación subcontractual.
Consorcios
El primero de estos es el más fuerte: el desarrollo de un consorcio de organizaciones en el cual un grupo exclusivo desarrolle protocolos organizacionales y una identidad común para cumplir con los propósitos del programa.
- Estilo Organizacional. Generalmente este tipo de consorcios establece unos principios organizacionales internos que les permiten compartir los recursos, manejar la administración interna y las relaciones externas incluyendo a los contratistas. Se puede decidir que el consocio tenga un lapso de vida más allá del programa, o que solo cumpla un conjunto de objetivos acordados para el programa.
- Influencias Externas. En muchos casos, los consorcios se forman en respuesta a influencias externas, tales como la publicidad o el anuncio de un donante con relación a una posible financiación. Tales grupos externos, incluyendo a las autoridades electorales, pueden utilizar la zanahoria de los programas de financiación para fomentar la creación de un consorcio en situaciones donde resulta obvio que tales formas de organización son las más apropiadas. Por ejemplo, puede que haya habido una competencia entre las organizaciones dentro de una misma región o área local que haya generado mucha confusión entre los votantes. O puede que haya muy poco dinero para un programa y el donante quiera estimular a la sociedad civil para que se organice.
- Desventajas. En un consorcio existen ciertas desventajas. Por lo general toma mucho tiempo establecerlos; y si se acelera su formación, es muy probable que surjan dilemas organizacionales que requieren tiempo y energía para ser resueltos. A menos que los protocolos y los acuerdos hayan sido cuidadosamente convenidos y que las organizaciones dentro del consorcio aporten diferentes habilidades, puede surgir un conflicto entre los socios. Este mismo conflicto puede surgir si las organizaciones entran en el consorcio como respuesta a un sentimiento de pánico respecto a su supervivencia y no como resultado de un sentido estratégico de que el consorcio incrementará su efectividad. En situaciones transitorias donde existe un resurgimiento importante de las organizaciones de la sociedad civil como consecuencia de la competencia por los recursos limitados, esto último puede ser un problema.
Coaliciones
Por otro lado las coaliciones, tienden a ser más grandes y más amorfas. Por lo general, las coaliciones tienen un conjunto muy claro de objetivos, pero éstos pueden ser sociales y no programáticos. Las organizaciones que conforman una coalición mantienen una cantidad sustancial de autonomía y muchas veces ven a la organización tan sólo como una oportunidad para compartir conocimientos e información y para coordinar las diferentes actividades.
- Asuntos Organizacionales. Debido a la naturaleza social de dichas organizaciones, es muy probable que haya un protocolo fijo acerca del manejo de las declaraciones públicas y la negociación con organismos externos. También es muy probable que exista un secretariado que lleve a cabo reuniones regulares de todos los miembros y de los distintos subgrupos. Por estas razones, es posible desarrollar una relación fuerte entre las autoridades electorales y dichas coaliciones por lo menos en lo que a la información se refiere, aun cuando es mucho más difícil desarrollar una colaboración programática detallada. De hecho, es probable que dicha colaboración programática detallada se haga junto con organizaciones individuales o con consorcios como grupos secundarios de la coalición.
- Ventajas. Sin embargo, en virtud sus objetivos sociales, las coaliciones pueden ofrecer actividades muy útiles de la sociedad civil o independientes como apoyo a la elección. Las autoridades electorales y los educadores de votantes pueden explotar estas características. Las coaliciones pueden realizar una supervisión independiente, la distribución de materiales y mensajes a redes muy amplias de seguidores y miembros, el reclutamiento de voluntarios para desempeñar varias tareas electorales y la identificación de capacidades y recursos. De igual forma, ofrecen una sólida base para el desarrollo de mensajes y programas, y bien pueden también alertar oportunamente sobre posibles conflictos o de quejas generalizadas por parte de los votantes.