Los programas de educación tienen que adaptarse a los recursos disponibles. Esta no debe ser una limitación si los educadores conocen con antelación los recursos disponibles para establecer los objetivos y estrategias de los programas educativos.
Sumado a los obvios recursos tanto de personal como económicos, los educadores necesitan considerar la infraestructura y capital social ofrecidos por el país anfitrión. Cabrá la posibilidad de obtener recursos del sector privado así como de fuentes internacionales.
Una vez evaluados los recursos disponibles, se puede encontrar que estos son suficientes para desarrollar los programas necesarios.
Sin embargo, se podrá detectar que surgen algunas limitaciones serias. Una autoridad electoral puede actuar como catalizador del desarrollo y como ayuda para una mejor recolección y uso de datos. No debe permanecer pasiva ante desventajas o escasez, aun cuando necesite desarrollar estrategias, especialmente educativas, que tomen en consideración la reducción de recursos existentes. Las elecciones no pueden ir más allá de los recursos nacionales que son necesarios para la democratización general y el desarrollo.