Ofrecer igualdad de servicio
Parecería que ofrecerles asistencia a los discapacitados físicos o visuales cae dentro de la categoría de servicios de lujo, un agregado que podría ser considerado en países altamente desarrollados si existen tiempo administrativos y recursos financieros adicionales. Sin embargo, negar el acceso al voto a una porción significativa de la población en razón de su discapacidad no es menos censurable en términos de equidad que rehusarse a ofrecerles facilidades de acceso al voto a personas en áreas geográficas específicas.
No tiene porque ser costoso brindarles asistencia a esos electores. En general, se requiere únicamente pensar cuidadosamente en los métodos y sitios para impartir información a los votantes y permitirles emitir su voto, así como en algunos casos la flexibilización de estrictas disposiciones para la secrecía del voto. El permitir asistencia para marcar o ensobretar efectivamente una papeleta necesitará estar claramente establecido en la legislación, porque podría violar las disposiciones normales sobre la secrecía del voto.
Es preferible que otras normas de servicio para estos votantes estén también codificadas (no necesariamente con gran detalle) y no que queden totalmente a discreción de la autoridad. Al elaborar esa legislación, reglas o procedimientos, se debe consultar a los grupos o representantes de personas física o visualmente discapacitadas para determinar formas igualitarias y efectivas de atender sus necesidades para votar.
Métodos de votación
Hay arreglos especiales que pueden ayudar a los electores visual o físicamente discapacitados a votar. Estos pueden consistir en el ofrecimiento de servicios especiales en los sitios o mesas de votación, facilidades como las unidades móviles de votación (ver Otros Preparativos Especiales para la Votación) o el voto por correo.
Independientemente del método que se utilice es importante que los servicios que se ofrezcan a los electores con discapacidades físicas se pongan en práctica de una manera sensible que no los distinga aún más de otros sectores de la población. Si bien el uso de materiales especiales e incluso quizá de áreas especiales de votación pueden brindarles mayores comodidades para votar, la asignación de días o sitios especiales no debe ser generalmente fomentada, a menos que existan requerimientos específicos por parte de las comunidades mismas.
Servicios en las mesas de votación normales
En las mesas de votación normales, se puede asistir a los electores físicamente discapacitados mediante:
- Permitiéndole a otra persona marcar sus papeletas de acuerdo con sus invitaciones (ver infra).
- Ofrecer facilidades de votación colaterales, en las que los electores que no pueden acceder al sitio o mesa de votación (por ejemplo, quienes usan silla de ruedas y en el sitio de votación que les corresponde no hay facilidades de acceso de ese tipo), puedan votar fuera del sitio, para lo cual un oficial de votación les llevaría las papeletas o formatos de control y se encargaría de devolverlas una vez completadas.
- Disposiciones para que los electores discapacitados soliciten votar en un sitio distinto al que les corresponde, en los casos en que éste no cuente con facilidades de acceso.
(Para mayor información sobre las facilidades en los sitios de votación a los electores físicamente discapacitados, ver Asuntos de Accesibilidad.)
Voto por correo
Las disposiciones para votar por correo (ver Voto Anticipado) también pueden ayudar a la participación de los electores físicamente discapacitados. Además de las facilidades ordinarias para votar por correo, la administración de este procedimiento se podría simplificar estableciendo un registro para los electores discapacitados que deseen tener facilidades permanentes para votar por correo. Donde se cuente con ese tipo de registros, deben ser registrados antes de cada elección (puede ser más difícil ofrecerlos en los casos en que existe un nuevo proceso de registro electoral para cada elección).
También se podrían adoptar disposiciones para el voto por correo por parte de electores que, por discapacidad, no puedan marcar o firmar sus papeletas y, por tanto, dar fe de la validez de su voto. Esta es una facilidad que se puede prestar a abusos y sólo debe ofrecerse mediante la comprobación de evidencia médica. Si se utilizan, deben conservarse los registros de esas personas y se deben verificar y controlar cuidadosamente los votos emitidos por ellas. Cuando esas personas residan en instituciones, la integridad (aunque no necesariamente los costos) se puede garantizar mejor mediante la visita de unidades móviles de votación.
Asistencia en la votación
El permitir que ciertas categorías de electores sean asistidos por terceros al momento de votar es un asunto siempre controvertido, en la medida que suscita interrogantes sobre la secrecía del voto y la posibilidad de que se ejerza alguna influencia sobre el sentido del voto del elector. Sin embargo, en el caso de algunos electores con discapacidades físicas o visuales, así como para algunos analfabetas (ver Asistencia Idiomática y a Poblaciones de Baja Escolaridad), el permitir que sean asistidos para marcar sus papeletas es la única forma en que serían capaces de votar. Para minimizar las posibilidades de manipulación, las reglas para obtener ese tipo de asistencia necesitan ser consideradas de manera muy cuidadosa.
Se utilizan distintas soluciones, muy influenciadas por el nivel de confianza en las instituciones sociales, para determinar a quién se le puede permitir asistir a un elector discapacitado para votar. El método más apropiado dependerá de condiciones específicas. Sin embargo, hay algunos lineamientos que deben ser considerados:
Una persona conocida o designada por el elector sería la primera preferencia para ayudarle a votar. Usualmente se requiere que esas personas tengan edad para votar.
Cuando esas personas voten de acuerdo con las indicaciones del elector, generalmente no debe haber necesidad de que otra persona supervise el voto. Sin embargo, puede ser necesario que existan ciertas restricciones para quienes pueden asistir a los electores a marcar sus papeletas. Entre ellas podrían quedar comprendidas, por ejemplo, las personas de las que el elector pueda ser dependiente; en las sociedades menos desarrolladas, podría ser prudente excluir a los líderes tradicionales. En relación a los miembros del ejército o de otras fuerzas disciplinarias, la exclusión de oficiales superiores estaría justificada.
Si no se cuenta con una persona de esas características, un oficial electoral designado de manera independiente debería llenar las papeletas de acuerdo con las indicaciones del elector. En esos casos, los representantes de partidos y candidatos normalmente presenciarían el voto, para asegurarse de que se han seguido las indicaciones del elector. No se les debe permitir el tratar de influenciar el voto de los electores. Preferentemente deben estar presentes como testigos representantes de más de un partido.
En los casos en que los oficiales de votación son designados políticamente y no de forma independiente, al menos dos de ellos de diferentes partidos políticos deben estar presentes, si es que el elector solicita su asistencia para votar.
Cuando los electores requieran asistencia, sus papeletas deben ser marcadas o seleccionadas dentro de un compartimento o cabina de votación.
Existe la pregunta adicional sobre si esos electores deben ser específicamente registrados como "electores asistidos" antes de la votación. Esto generalmente será visto como una imposición burocrática que, dada la instrumentación de políticas acordes con los criterios antes referidos, no mejora la integridad de los votos asistidos.
Sitios de votación
Como parte de la evaluación de las condiciones apropiadas que deben reunir los sitios previstos para la votación, se necesita considerar lo relativo al acceso de los discapacitados. Es útil que los estándares relacionados con los discapacitados se definan en la legislación electoral, previéndose facilidades alternativas donde no existan sitios apropiados para el acceso de discapacitados en una determinada área. Los estándares deben estar relacionados con los siguientes elementos:
Accesos de entrada y salida. Los edificios utilizados como sitios de votación deben ser totalmente accesibles para los electores discapacitados. Resultan preferibles las plantas bajas con rutas libres de acceso. Son necesarias rampas de acceso antiderrapantes con una inclinación razonable (sea como parte de los arreglos permanentes del edificio o una facilidad temporal ofrecida por la autoridad electoral como parte del equipo de votación) cuando el acceso básico al sitio de votación es a través de escaleras.
La superficie del área de votación debe ser plana, estable y antiderrapante, con espacio suficiente alrededor del equipo de votación para permitir la libre circulación de los electores discapacitados. Se deben evitar áreas de votación en declive.
El alumbrado debe ser suficiente para quienes tienen debilidad visual.
Se debe contar con asientos adicionales para los electores físicamente discapacitados mientras esperan su turno para votar.
En los lugares donde haya intenso tráfico vehicular, se debe disponer de áreas de estacionamiento reservadas para los discapacitados cerca de las entradas a los sitios de votación.
Equipo del sitio de votación
Los compartimentos de votación de tamaño normal no serán apropiados para los discapacitados físicos que no pueden permanecer de pie para votar. Para que puedan votar en secreto será necesaria una cubierta o, en su caso, una máquina de votación a un nivel más bajo. La cubierta puede ser de cartón (ver especificaciones en Cardboard Table Top Voting Compartment - Australia ), o de algún otro material durable o algo tan simple como un arreglo personal de votación para ubicar una mesa dentro de un área cerrada con cortinas.
Las urnas también deben ser ubicadas en un sitio y a una altura que puedan ser fácilmente alcanzadas por los discapacitados.
Materiales para los débiles visuales
También se le debe prestar atención al diseño de materiales acordes con las necesidades de los electores con debilidad visual, por ejemplo:
- El uso de letras grandes y remarcadas en las papeletas, formatos, carteles y volantes informativos.
- El uso de moldes de papeletas en sistema braille (para un ejemplo ver Template For Blind Voters - Elections Canada );
- La impresión en braille de una pequeña porción de la papeleta y/o de los volantes informativos, para su uso en los sitios de votación.
Información al elector
Los derechos de los electores con discapacidades físicas o visuales para obtener asistencia en los sitios de votación, la forma en la que pueden ejercer este derecho y cualquier otro arreglo especial disponible para que puedan votar, deben ser un componente básico y relevante de las campañas de información al electorado.
Para asistir a los discapacitados físicos, la información previa a la jornada electoral, independientemente de que sea ofrecida a través de publicidad en los medios, de comunicación, reuniones públicas o comunicación directa, debe incluir información sobre cuáles sitios de votación son apropiados o tienen facilidades de acceso para los electores discapacitados.
Hacer llegar información a los electores con discapacidades visuales o auditivas, requiere planear una combinación de métodos de entrega, y no sólo confiar en los medios visuales o auditivos. Algunos de los asuntos que se deben considerar durante la planeación de la entrega informativa son:
Asegurar que la información esencial sobre la ubicación, tiempos y métodos de votación se encuentre disponible en formatos visuales y auditivos. Esto puede ser tan simple como asegurar que la información impresa en los medios (a través de carteles, folletos, publicidad o boletines de prensa) también esté disponible en formatos radiales y en reuniones públicas. A la inversa, cuando la diseminación informativa se confía a la radio o a reuniones públicas, la simple impresión de información documental (que también debe tomar en cuenta los índices de alfabetización) debe tenerse al alcance. Si la información se basa fundamentalmente en publicidad televisiva, se requiere cuidado en el diseño para asegurar que cada publicación imparta la misma información en términos visuales y auditivos.
El uso de grupos comunitarios y facilidades médicas para hacer llegar información electoral a los discapacitados físicos, visuales y auditivos, tanto antes de la jornada electoral como mediante su exhibición en los sitios de votación, papeletas y formatos electorales.
El uso de letras grandes o cuando sea posible de mensajes en braille en los materiales informativos para el votante, antes del día de la elección y para exhibición en las mesas electorales, así como formas y documentos electorales.
El suministro de materiales informativos especiales, si existen fondos disponibles y sitios propicios para su uso. Para los discapacitados visuales estos pueden ser cassettes o materiales braille. Para los discapacitados auditivos, el uso de lenguajes mímicos estándar en reuniones públicas o en publicitarios de televisión.