La metodología utilizada para el despliegue de observadores deberá orientarse a lograr el cumplimiento de los objetivos del proyecto de la mejor forma en términos de costo-efectividad. Dentro del presupuesto disponible, existe una gran variedad de métodos combinados que pueden tomarse en cuenta. Los dos aspectos iniciales más importantes del despliegue de los observadores que se abordarán son:
Cobertura
Existe la tendencia a concentrar el despliegue en una observación masiva de los sucesos de la jornada electoral y de enfocarla a las áreas geográficas más accesibles. Una cobertura tan restringida puede provocar resultados incorrectos de la observación. También es una forma poco efectiva de utilizar los recursos disponibles, particularmente si la observación masiva de la votación requiere la contratación de un gran número de observadores inexpertos.
Planeación
El despliegue efectivo de los observadores no se logra sin una considerable planeación por adelantado que comprenda:
- La selección de las actividades y localidades que serán observadas.
- El control presupuestal y financiero.
- La vinculación con las autoridades electorales para asegurar que los planes de despliegue estén basados en una ubicación y horarios precisos de las actividades electorales.
- La administración de la logística de la observación (ver Logística para los Observadores).
Los planes anticipados de despliegue deben situar claramente a cada observador en localidades particulares y tiempos específicos, esta información debe ser claramente convenida con los observadores durante las sesiones de capacitación o información. Los equipos de observadores para localidades específicas (ver Estructura de los Equipos de Observación) deben ser integrados de tal forma que permitan el uso más efectivo de los recursos disponibles.
Estrategia de despliegue basada en un análisis de riesgos
El elemento crucial para determinar el despliegue de los observadores debe ser un cuidadoso análisis estratégico o de riesgo de todos los procedimientos electorales, tomando en cuenta cualquiera de las diferencias regionales potenciales que existan dentro del área de la elección. Estos análisis pueden basarse en información tanto sobre el desempeño en el pasado, como sobre factores actuales. Son una herramienta básica no sólo para identificar áreas de riesgo que deben ser monitoreadas, sino también para priorizar actividades de observación que resulten más efectivas conforme al presupuesto disponible.
Metodología de análisis de riesgo
Para la observación electoral, una metodología simple para el análisis de riesgos podría considerar lo siguiente:
- Identificar todas las actividades que contribuyen a los resultados de la elección.
- Identificar el impacto que podría tener una mala ejecución de dichas actividades en el resultado de la elección.
- Evaluar la importancia relativa de esos impactos.
- Identificar los controles institucionales y ambientales prevalecientes que ayudarán a asegurar una conducción libre, justa y efectiva de cada una de las actividades identificadas.
- Identificar la naturaleza y fortaleza de las amenazas contra dichos controles.
- Clasificar, de acuerdo con la evaluación de las amenazas contra los controles y los impactos, cada una de las actividades de acuerdo con su riesgo potencial.
Como ejemplo, considere una actividad como el proceso de reclutamiento para el personal de las mesas de votación y escrutinio. Al determinar cuales necesidades deben ser monitoreadas, un análisis básico de riesgos consideraría cuestiones como las siguientes:
- ¿Cual sería el impacto de un personal electoral insuficiente, incompetente o manipulable en el resultado de la elección?
- ¿Existen criterios adecuados para la selección del personal?
- ¿Quién es el responsable y cuáles son los procedimientos para la selección y nombramiento y cuáles son las capacidades para administrarlo equitativamente?
- ¿Cómo fue la experiencia previa en términos de la selección de personal, su confiabilidad y desempeño?
- ¿Qué tan experimentado es el grupo de potenciales miembros del personal electoral y cual es la naturaleza y cualidades de la capacitación disponible?
- ¿Qué tan independiente es la capacitación del personal electoral de las fuerzas políticas?
- ¿Es necesario que el personal electoral firme un código de conducta o un documento similar antes de su nombramiento (y si es así, que tan adecuado es éste documento)?
- Una vez que se responda a esas preguntas, ¿cuál es el problema más común que ocurre con el reclutamiento del personal, y qué tan influyente puede ser en el resultado electoral en comparación con los resultados de otras actividades electorales?
Aquéllas actividades o áreas geográficas evaluadas originalmente como de alto riesgo deberán de ser prioritarias en la canalización de recursos dentro del plan de despliegue de la observación.
Un análisis de riesgos bien conducido requiere un conocimiento completo del proceso bajo revisión. Este conocimiento puede ser construido progresivamente , particularmente durante un proyecto de monitoreo de largo plazo o cuando la planeación de la observación comienza antes del inicio formal del proceso electoral. Es prudente hacer una revisión regular de los análisis de riesgo y re-evaluar las estrategias de despliegue.
Oportunidades del despliegue
Un despliegue efectivo de observadores depende de lo oportuno que resulten el reclutamiento y la capacitación (ver Fuentes de Observación y Reclutamiento), la planeación logística (ver Logística para los Observadores) y los planes de despliegue. El despliegue debe dar a los observadores el tiempo suficiente para familiarizarse con el ambiente político particular que están monitoreando y con los procedimientos a observar, así como para establecer contactos con fuentes locales de información.
Para todos los proyectos de observación, la oportunidad del despliegue es interdependiente con la planeación logística. Debe permitirse el tiempo suficiente para que los observadores se transporten a las áreas que se les asignan, con especial cuidado en las situaciones en que los observadores se mantendrán a una distancia considerable de la base de observación y cuando la infraestructura de transporte y el clima son cuestionables. Es recomendable que los observadores arriben a las áreas asignadas al menos un día antes de que inicien sus actividades.
Para una misión de observación internacional, el despliegue dentro del país debe permitir el tiempo necesario para que se realice una adecuada inducción y capacitación técnica, la integración del equipo y la familiarización con la localidad asignada, antes del inicio de sus actividades. Dependiendo de la complejidad del ambiente, esta tarea puede tomar alrededor de siete días para una observación efectiva.
Flexibilidad
Los planes de despliegue pueden requerir algunos cambios durante el transcurso del proyecto de observación. Estos se podrían deber a:
- Razones de financiamiento (la necesidad de fondos adicionales o reducciones en los originalmente previstos).
- Revisión de los análisis de riesgos.
- Problemas de acceso para los observadores debido al clima, seguridad u obstáculos en la transportación y el equipo.
En estas circunstancias, las decisiones sobre los cambios en el plan de despliegue deben hacerse rápidamente y administrarse con racionalidad, no de manera reactiva, para afectar lo menos posible la cobertura de actividades y locaciones. Existirá, sin embargo, la necesidad de cierta flexibilidad y capacidad de planeación de contingencias en el despliegue. Una reasignación eficiente de los recursos requerirá también la preparación de planes logísticos de contingencia (ver Logística para los Observadores).