Electores con padecimientos
Ofrecer facilidades para la votación en hospitales y otras instituciones de atención a enfermos y ancianos permitirá el acceso al voto a un grupo considerable de electores que no pueden asistir a los sitios o mesas ordinarias de votación. En este sentido, hay tres grupos de personas que requieren ser considerados:
- Los pacientes de larga estadía, quienes estarán conscientes de que no podrán acudir a una mesa ordinaria.
- Los pacientes de emergencia o reciente ingreso que no podrían haber previsto razonablemente que estarían en una institución de ese tipo el día de las elecciones y, por tanto, no se procuraron ninguna facilidad general para votar por anticipado.
- El personal de esas instituciones cuyas responsabilidades les impiden abandonarla durante los horarios de votación.
Métodos potenciales de votación
Ofrecer facilidades de votación en estas circunstancias puede ser una tarea compleja, dependiendo del método elegido. Es probable que el personal y los pacientes de esas instituciones estén registrados en una diversidad de distritos electorales, no necesariamente contiguos a la institución. Por tanto, para atender adecuadamente a estos electores se requerirá usualmente alguna disposición legal sobre voto en ausencia (ver Voto en Ausencia). Para aligerar las cargas administrativas, los servicios disponibles para los pacientes y el personal de las instituciones deben estar integrados tanto como sea posible con los servicios de votación ofrecidos a la comunidad en general. Especialmente en lo que respecta a los pacientes ingresados súbitamente a los hospitales, las facilidades que generalmente están disponibles en las disposiciones relativas al voto anticipado o por correo, necesitan ser ampliadas para atender estas circunstancias especiales.
Los métodos potenciales para ofrecer servicios a estos electores podrían incluir:
- Voto por correo (ver Voto Anticipado);
- Ser visitados por una unidad móvil de votación (ver Otros Preparativos Especiales para la Votación), ya sea durante cualquier periodo previsto para la votación por anticipado (ver Voto Anticipado) o el día de los comicios generales.
- En las instituciones más grandes, instalar una mesa ordinaria de votación con facilidades para emitir el voto en ausencia - para servir a los pacientes que no se pueden levantar de su cama, se podrían designar oficiales adicionales que se pudieran trasladar a los distintos sectores de la institución.
- Designar un agente que recoja y regrese su material de votación, ya sea de la mesa en la que se encuentran registrados o, si se encuentran disponibles facilidades para el voto en ausencia, de una oficina electoral o de otra mesa de votación.
- Nombrar a alguien que vote personalmente en su representación, en la mesa en la que está registrado como elector.
Cada uno de estos métodos implica costos o factores de integridad particulares que necesitarán ser cuidadosamente considerados al determinar el más apropiado en un ambiente electoral específico. Los métodos permitidos deben estar claramente definidos en la ley. Cualquiera que se ponga en práctica debe ser aplicado de manera consistente. Ofrecer servicios tales como unidades móviles de votación en hospitales o instituciones de atención a los ancianos sólo en algunas áreas, sin que se ofrezca un método complementario en otras, despertará sospechas de que el acceso está siendo manipulado para favorecer a algunos electores en lo particular.
Voto por correo
En los casos en que se emplean generalmente sistemas de votación por correo (ver Voto Anticipado), incluyendo el confinamiento en un hospital u otra institución como un criterio general de elegibilidad, este método se aplica a los pacientes institucionalizados dentro de los sistemas de votación convencionales. En los casos en los que se mantienen registros permanentes de electores, permitiéndole a quienes están confinados de manera permanente en ese tipo de instituciones registrarse permanentemente como votantes por correo puede permitir su acceso a los materiales de votación. Sin embargo, esto debe ser acompañado por revisiones regulares escrupulosas de ese registro.
El que los sistemas de voto postal comprendan a las instituciones de salud, especialmente las de personas de la tercera edad, puede ser percibido como el abrir reiteradamente la oportunidad de que otros individuos influyan el voto de una categoría vulnerable de electores. Cuando sea probable que esas inquietudes terminen por cuestionar el resultado de la elección, se deben valorar métodos distintos al del voto por correo.
Por esta razón, en algunas demarcaciones se han hecho esfuerzos de proveer facilidades de votación en las instituciones de salud a través del método más costoso de unidades móviles de votación, que pueden ofrecer un control más directo sobre la integridad de los comicios. Sin embargo, el sistema de voto por correo puede ser la solución más práctica en términos de costo-efectividad en las áreas rurales con menor densidad poblacional.
Unidades móviles de votación
El uso de unidades móviles de votación en instituciones de salud puede brindar integridad y efectividad en el servicio a pacientes, residentes y personal (para un examen general sobre la estructura de las unidades móviles de votación, ver Otros Preparativos Especiales para la Votación). Hay algunos asuntos relativos al empleo de unidades móviles de votación en este tipo de instituciones que necesitan ser considerados con especial atención:
Es preferible que las unidades móviles de votación estén bajo la administración de una oficina local de la autoridad electoral, por ejemplo, el administrador o la comisión de un distrito electoral.
Los lugares que serán atendidos por las unidades móviles de votación así como los horarios en los que se ofrecerá este servicio deben ser formalmente determinados y publicados por la autoridad electoral, de manera análoga a la ubicación de las mesas de votación ordinarias.
Es necesaria la vinculación con los administradores de esas instituciones, tanto para convenir los horarios más adecuados de visita que no perturben las rutinas institucionales o de los pacientes, como para determinar las necesidades de recursos. Algunas categorías de pacientes necesitarán más tiempo que otros para emitir su voto, dependiendo de su edad y condiciones físicas. Cuando se utilizan complicados sistemas de votación que exigen un marcado preferencial de las papeletas, a algunos electores les puede tomar hasta 15 minutos para emitir su voto. Un sistema igualitario debe permitir esto y no imponer ninguna restricción de tiempo para la emisión del voto. Cuando las unidades móviles se trasladan de cama a cama o de pabellón a pabellón, normalmente sólo podrán atender a entre cinco y diez votantes por hora. La condición de los pacientes y el diseño de las instituciones (cuántos pisos, facilidades de acceso, área total de la institución) influirán sobre el ritmo de atención que se les brindan a los electores en estas instituciones y, por tanto, en los recursos humanos necesarios.
Es necesario examinar las cargas de trabajo en las instituciones de salud cuando se determine cuántas unidades móviles son necesarias y el personal que las integra. En instituciones pequeñas no será necesario asignar una unidad móvil para cada institución. En instituciones grandes, quizá sea necesaria más de una unidad móvil (o varios equipos de oficiales de votación procedentes de una misma unidad) para atender a todos los electores. Dependiendo del número de electores involucrado, puede resultar más práctico y menos costoso operar las unidades móviles durante cualquier periodo previsto para la votación anticipada, permitiendo así que un número menor de unidades operen en diferentes lugares en días consecutivos, más que tratando de cubrir a todas las instituciones durante la jornada electoral. Utilizar esta última opción puede requerir la participación, capacitación y equipamiento de un gran número de oficiales.
Control de votación múltiples
Cuando los pacientes de estas instituciones tienen a su disposición tanto el voto por correo como a través de unidades móviles, los sistemas para la emisión y, muy especialmente, para el conteo de las papeletas necesitan ser suficientemente rigurosos para prevenir una votación múltiple. Si bien la producción de listas especiales de electores para las unidades móviles puede parecer un método efectivo, y probablemente terminaría por anular las ventajas de accesibilidad ofrecidas: muchos pacientes de hospitales no pueden saber que estarán internados el día de la votación. El empleo de sistemas que comprendan el ensobretado de las papeletas, y en los que se incluya junto con ésta la información sobre la identidad del elector para verificar posteriormente su elegibilidad (ver Voto en Ausencia), puede ser el método más efectivo de maximizar la accesibilidad y el control.
Mesas de votación ubicadas en instituciones de salud
En los sistemas que permiten el voto en ausencia, puede tener ventajas establecer una mesa de votación ordinaria con facilidades para el voto en ausencia dentro de grandes hospitales, para atender al personal y a los pacientes que pueden caminar, así como designar personal de votación complementario que atienda los pabellones o áreas de pacientes que no pueden moverse de su cama. Se deben aplicar criterios consistentes sobre el tamaño de la población a atender cuando se determine la existencia de ese tipo de facilidades, basándose en el número potencial de pacientes y personal elegible para votar en una institución (a través de un registro especial de esos electores o una comunicación directa con los administradores de la institución).
Voto por procuración
El voto por procuración es el método más económico y simple de administrar. Sin embargo, reviste inquietudes sobre si el voto emitido por el representante en nombre del enfermo, y especialmente de una persona de edad avanzada, realmente refleja sus deseos y sobre la pertinencia de permitir el voto por procuración en cualquier forma (para un examen sobre los asuntos de integridad relativos al voto por procuración en general, ver Voto por Procuración .)
Representantes del elector
La legislación puede permitir que el personal en servicio o los pacientes de las instituciones de salud designen a alguien que recoja en su representación el material y documentación electoral que le corresponde, se los lleve a la institución para que el propio elector lo complemente y luego lo devuelva a través de su representante o por vía postal a la autoridad electoral. En los casos en que se permite el voto por anticipado, ese servicio puede ser integrado a esa modalidad, así como a la votación en las mesas ordinarias. Este método puede tener algunas ventajas sobre el de voto postal ordinario, especialmente en las áreas donde el servicio de correos no es confiable. Padece los mismos problemas de integridad que el voto por correo, en el sentido de que no es posible asegurar que el elector esté libre de influencias al momento de emitir su voto.