Introducción
Las operaciones electorales, por ser actividades que requieren una alta calidad de desempeño en ámbitos muy diversos, dependen de la calidad, integridad, buen juicio e independencia del personal empleado. Las elecciones son exitosas o fracasan en la raíz, a nivel de la mesa de votación. Por lo tanto, es crucial reclutar, capacitar y supervisar con eficacia a cantidades suficientes de personal adecuadamente calificado y motivado. (Para ver una discusión posterior sobre cuestiones generales de personal para la administración electoral, referirse a Nombramiento y Capacitación del Personal. Para el área relacionada con el personal para el escrutinio de papeletas, ver Consideraciones Administrativas.)
Responsabilidades del reclutamiento
Habrá que tomar decisiones con respecto a quién se hará responsable del reclutamiento. Los métodos posibles para esta actividad incluyen:
- un proceso de selección llevado a cabo por el organismo de administración electoral, ya sea como un ejercicio controlado centralmente o delegado a las áreas de administración local;
- designación de personal de otras agencias estatales;
- uso de agencias externas especializadas en reclutamiento para seleccionar y clasificar a los solicitantes para su aceptación por el organismo de administración electoral.
Donde se requiere gran cantidad de personal, puede ser necesario combinar métodos (ver Acciones de Reclutamiento ).
Integridad del reclutamiento
La integridad y la rendición de cuentas del proceso de reclutamiento se verán apoyados si se establecen procedimientos de reclutamiento que:
- promuevan la transparencia mediante la selección documentada de personal sobre la base de criterios públicos;
- eviten la corrupción y los prejuicios políticos en las designaciones;
- establezcan obligaciones contractuales claras entre el organismo de administración electoral y el personal temporal de operaciones electorales;
- proporcionen una base para la probidad financiera.
Para promover la integridad, es importante que todas las designaciones del personal para operaciones electorales estén a cargo del organismo de administración electoral. Incluso cuando otras agencias u organismos recluten al personal de operaciones electorales, la selección final y la aprobación de las designaciones del personal deben recaer en el organismo de administración electoral. (Para mayor información sobre cuestiones relacionadas con mantener la integridad en los procesos de reclutamiento, ver Metodología para el Reclutamiento de Personal, Transparencia en el Reclutamiento y Naturaleza de los Nombramientos.)
Requisitos y estándares para el personal
El personal reclutado para realizar las funciones que requieren las operaciones electorales debe poder brindar un servicio de alta calidad a los votantes, que se caracterice por su precisión en los procedimientos, por su eficiencia e imparcialidad. Al establecer los criterios que las personas deben satisfacer para ser empleados para realizar las operaciones electorales, debe considerarse la posibilidad de aplicar pruebas y estándares a fin de confirmar ciertas aptitudes básicas en un candidato, tales como:
- imparcialidad;
- precisión matemática básica;
- capacidad para controlar los materiales;
- capacidad para comunicarse con el público;
- experiencia en operaciones electorales o en un ambiente similar;
- capacidad de respetar los procedimientos;
- capacidad para trabajar con precisión bajo presión;
- actitud positiva hacia la responsabilidad y el servicio.
(Para mayor información sobre los criterios y estándares para el reclutamiento del personal de operaciones electorales, ver Estándares de Reclutamiento .)
Representación de la comunidad
Además de capacidad, imparcialidad y actitud, los criterios de reclutamiento para el personal que realizará las operaciones electorales también deben promover la selección de personal que sea representativo de su comunidad. En su nivel más elemental, esto requeriría que el personal se contrate en el área específica, siempre que sea posible. Tal vez sea necesario tomar medidas adicionales para fomentar el empleo de personal de comunidades minoritarias, de diferentes grupos de idiomas, y de aquellos quienes -debido a la casta, género, nacionalidad, falta de historial laboral o discapacidad física- puedan ser pasados por alto para el empleo en el sector público. En elecciones celebradas después de un intenso conflicto entre comunidades, los criterios pueden incluir el requisito de que se designe a igual número de miembros de cada comunidad en todas las localidades donde haya mesas de votación.
Política pública general
El reclutamiento del personal para las operaciones electorales debe ceñirse a las políticas gubernamentales para el sector público sobre la igualdad de oportunidad de empleo o dirigirse a grupos en desventaja, tales como los desempleados, para ofrecerles empleo, siempre y cuando esto no implique un conflicto con respecto a los estándares de imparcialidad e integridad que se requieren del personal para las operaciones electorales.
Como un importante ejercicio de empleo, el reclutamiento del personal para la mesa de votación puede contribuir a la expansión de las oportunidades de empleo para segmentos de la población que pueden carecer de otras oportunidades para adquirir ciertas aptitudes. Esto se puede aplicar a fomentar el empleo de mujeres y a alentar el reclutamiento local en áreas menos desarrolladas. Usar el reclutamiento de las operaciones electorales como un agente de política o cambio social puede representar costos más elevados de capacitación relacionados con la elección en el corto plazo, pero puede brindar beneficios sociales sustanciales y sustentables.
Cantidad de personal requerido
El propósito principal en el proceso de reclutamiento es contar con suficiente personal para cada función y localidad de operaciones electorales, que incluye:
- asistencia administrativa temporal
- personal para la mesa de votación;
- personal para las instalaciones electorales especiales;
- personal para el conteo, tomando en consideración si los funcionarios de la mesa de votación deben colaborar para el conteo o si hay que contratar personal adicional;
- personal para logística y otro tipo de apoyo.
Como con respecto a la mayoría de los recursos para las operaciones electorales, el factor básico para determinar cuánto personal se requerirá es la cantidad de electores a quienes hay que brindar servicio. Al determinar la cantidad de personal que sea eficiente con respecto al costo, debe tenerse en cuenta lo siguiente:
- la cantidad de mesas electorales y otras instalaciones de votación que necesitan personal y la cantidad de votantes que se espera harán uso de ellas;
- la reserva de personal de contingencia requerida;
- los marcos de tiempo y las fechas límite para completar tareas específicas;
- la definición de perfiles y niveles específicos para el personal;
- las consideraciones de costos, especialmente en situaciones donde pueda haber la opción de contratar personal adicional, con costos de capacitación adicional, o de pagar sueldos más elevados por horas extra a una cantidad más reducida de personal básico;
- la capacidad para supervisar con eficacia;
- cualquier política estatal general que haya que respetar, por ejemplo al usar personal electoral temporal para dar empleo a gran cantidad de personas desempleadas.
A menos que se cuente con suficiente capacidad de supervisión competente, contratar grandes cantidades de personal puede disminuir la calidad del servicio y del resultado. Los efectos proyectados de acelerar el proceso pueden resultar ilusorios. Y si bien reclutar a los desempleados no siempre es eficiente con respecto al costo, ni fomenta la calidad, recurrir a ello puede conllevar logros sociales de gran relevancia.
Modelos para reclutar personal
La cantidad de personal requerido se puede calcular muy eficientemente usando modelos de cada etapa de las operaciones (en términos de estándares de servicio, niveles de servicio, momento en que se realizan las actividades) para desarrollar las necesidades básicas de personal para cada localidad y ajustarlas a circunstancias específicas a nivel local, en lugar de adoptar un enfoque de gran adaptabilidad (ver Perfiles del Personal de la Logística Electoral). Las cantidades reclutadas no sólo deben cubrir las necesidades del personal definido, sino que también deben tener en cuenta las contingencias, tales como el reemplazo de personal que no completó su capacitación satisfactoriamente o que no pudo presentarse a cumplir con sus funciones. (Para mayor información sobre cuestiones relacionadas con el personal de contingencia, ver Personal de Emergencia.)
Continuidad
Es posible recortar costos de capacitación y mejorar los niveles de servicio a los votantes si hay un compromiso para recontratar los servicios de personal de operaciones electorales competente y experimentado que haya trabajado en elecciones previas. Por lo menos esto requiere el mantenimiento entre elecciones de registros accesibles con los datos del personal y con las evaluaciones de su desempeño. Se puede tomar medidas adicionales que contribuyan a conservar al personal, tales como:
- alentar al personal de operaciones electorales a notificar sus cambios de domicilio; ;la experiencia con el personal de la mesa electoral también puede rastrearse en la información del registro electoral.
- Comunicarse constantemente con el personal de operaciones electorales mediante gacetas. Esto puede contribuir a la capacitación futura al proporcionar noticias sobre los cambios en los marcos laborales y los procedimientos electorales. También puede aumentar la motivación del personal al comunicar al personal temporal que se les considera miembros valiosos del proceso de administración electoral.
- Uso juicioso de incentivos,, tales como los ascensos a puestos electorales ejecutivos, empleo en otras actividades electorales tales como el registro de electores, o posiblemente incluso bonificaciones.
La retención del personal será una tarea más fácil donde haya organismos permanentes con responsabilidades administrativas electorales. Sin embargo, conservar registros de todo el personal empleado puede ser una labor onerosa, especialmente en donde no se conserven registros computarizados. Si bien esto daría lugar a los beneficios óptimos para mejorar el servicio, puede no ser posible llevar registros continuos para todo el personal en entornos donde los recursos son muy limitados.
Por lo menos, es crucial que se hagan esfuerzos para retener los servicios de los administradores de las mesas de votación y de otros funcionarios ejecutivos que hayan realizado satisfactoriamente labores de supervisión. Sin al menos este núcleo de personal experimentado, las ya pesadas cargas que representan la administración y la capacitación a gran escala se incrementarán, y es probable que el rendimiento de las operaciones electorales se vea afectado.
En algunas jurisdicciones, se da preferencia estricta de empleo a quienes tengan experiencia previa en operaciones electorales. Donde existen registros adecuados de personal con experiencia y de su desempeño, este es un método eficiente con respecto al costo de reclutamiento. Sin embargo, no debe ofrecerse empleo a los funcionarios de mesas electorales que hayan tenido un desempeño deficiente.
Hay que aplicar esta política con flexibilidad, para no impedir el acceso a trabajadores nuevos con gran habilidad. Dar una preferencia estricta a la gente que tiene experiencia previa no será la metodología de reclutamiento más adecuada en entornos donde ha habido cambios importantes en las concesiones o donde las prácticas de reclutamiento han sido discriminatorias.