Elegibilidad para votar
Las elecciones en ambientes post bélicos a menudo tienen que hacer frente a un número sustancial de refugiados y desplazados, en situaciones donde diferentes comunidades antagónicas dentro del país se han polarizado política y geográficamente. La decisión sobre si estas personas deben registrarse para votar y, en el caso de refugiados en otro país, si pueden votar en las elecciones del país anfitrión, deben contemplarse en el marco legal y el registro electoral, (ver Requisitos para ser Elector y Criterios y Pruebas de Registro) es probable que el asunto genere un intenso debate político que puede alterar los calendarios de planeación de la logística electoral. La organización de facilidades efectivas para el voto de los refugiados puede ser un asunto de especial relevancia para la planeación de la logística electoral comportar un impacto sustancial en la ubicación de los sitios de votación, los requerimientos de personal, la producción de materiales, los requerimientos de seguridad y los costos generales de la logística.
Definición del lugar de registro electoral
Si las personas desplazadas dentro del país deben registrarse para votar en el lugar donde residen actualmente, los efectos en la logística electoral son relativamente manejables. Habrá cambios en el número y ubicación de los sitios de votación; puede ser necesario ofrecer asistencia especial de carácter ling¸ístico y para el traslado de los electores; asimismo, la fijación y seguridad de sitios de votación adecuado en campos de desplazados puede requerir esfuerzos adicionales de planeación y suministro.
Usualmente ocurren importantes implicaciones de carácter organizativo cuando esos votantes deben seguir registrados en su anterior (o quizá futuro) lugar de residencia. El principal asunto que se debe definir es, si esas personas deben regresar a las áreas en que estaban originalmente registrados para poder votar, o si se ofrecerán facilidades especiales en los lugares donde residen actualmente. Hay diversos elementos que deben tomarse en cuenta, entre ellos:
El número y porcentaje sobre el total de la población en edad de votar que representan estas personas y si estos potenciales electores son una porción significativa de cualquier comunidad étnica o religiosa particular del país. Esto puede requerir una evaluación sobre el efecto en las percepciones sobre la validez de la elección y la futura estabilidad del país que puede representar el no ofrecer a estas personas todas las facilidades posibles para que puedan votar. Las consideraciones usuales en términos de costo-efectividad pueden no resultar aplicables.
Requerimientos logísticos de las opciones disponibles. Obligar a los refugiados o desplazados a regresar a su área de registro para poder votar puede exigir proveerles del transporte correspondiente. Esto no sólo implicará un intenso esfuerzo de planeación y organización de los votantes por parte de la autoridad electoral en coordinación con otras agencias, sino que además debe ser evaluado contra los costos y capacidades (vehículos e infraestructura disponible) de transporte dentro del país.
Requerimientos de seguridad. Es probable que trasladar de regreso a los refugiados o desplazados a su lugar de registro para que puedan votar signifique regresarlos a comunidades de donde fueron expulsados a la fuerza por grupos hostiles que siguen residiendo ahí. En esas condiciones, el uso de las elecciones como un mecanismo para la resolución de conflictos, antes de que el regreso de los refugiados y desplazados haya sido logrado de manera pacífica, plantea un dilema del tipo: que fue primero el huevo o la gallina. Serán necesarias fuertes medidas de seguridad en los sitios de votación donde esas personas se presenten a votar. También es probable que su transporte hacia y desde los sitios de votación exija fuertes medidas de seguridad, difíciles de organizar ya que los transportes estarán trasladando a los electores a distintos puntos, no a uno solo. Debe evaluarse cuidadosamente tanto las capacidades conjuntas de las fuerzas de seguridad locales y, en su caso, internacionales, para ofrecer esos niveles de seguridad; como la confiabilidad de las fuerzas locales en esas situaciones.
La experiencia y capacidad de las autoridades electorales y los oficiales de votación. Si no existe una experiencia previa en la administración electoral que permita el voto en ausencia, sería mucho esperar que ofrecer esta facilidad pudiera manejarse satisfactoriamente en el primer intento en un clima de tensión post bélica.
Los costos organizativos adicionales que implica el proveer sitios de votación y desarrollar materiales para el voto en ausencia por parte de refugiados y desplazados pueden ser estratosféricos.
Difícilmente se puede encontrar una solución ideal a esas situaciones. Administrativamente, que regresen a su sitio anterior de residencia para votar es la solución menos compleja, pero sólo puede ocurrir si las capacidades logísticas y de seguridad son adecuadas para permitir la participación y que la votación sea considerada libre y justa.
Uso del voto en ausencia
Si se instalan lugares para el voto en ausencia en el área actual de residencia de los refugiados y desplazados habrá que considerar diversos requerimientos administrativos, entre ellos:
Ofrecer registros electorales especiales para estas personas, organizados preferentemente en función de su ubicación geográfica actual e identificando el distrito electoral en el que pueden votar. Para prevenir cualquier tentativa por falsificar la identidad del votante, sería preferible establecer revisiones de verificación para garantizar que las personas incluidas en este registro no aparecen en las listas utilizadas en su anterior lugar de residencia.
Se deben instalar suficientes sitios de votación especial para que voten las personas refugiadas o desplazadas, que sean administrados por personal experimentado que, de ser posible, sean residentes de la misma comunidad.
Estos sitios de votación requieren ser abastecidos con suficiente material electoral de cada uno de los distritos en que los refugiados o desplazados estén registrados para votar. Puede resultar más fácil organizar este material como juegos preempaquetados para cada votante. En algunas jurisdicciones estos juegos de material son integrados y etiquetados para cada potencial elector. Si bien puede resultar más costosa su producción, lo cierto es que puede reducir de manera considerable los errores para la emisión del voto en las distintas mesas o sitios de votación. También se deben proveer paquetes de repuesto no etiquetados para reemplazar materiales incorrectamente emitidos de todos los distritos electorales.
Pueden ser necesarios arreglos especiales de seguridad y logística para que todos los representantes de partidos y candidatos y los observadores independientes tengan libertad para supervisar estos sitios de votación.
También se requieren comunicaciones confiables y seguras para transmitir los resultados de estos sitios de votación.
Los procesos de escrutinio y transmisión de resultados también requerirán rigurosas revisiones de integridad. Los escrutinios de estos sitios de votación necesitarán ser mezclados con los relativos a las anteriores áreas de residencia de las personas desplazadas. Todos los representantes políticos y observadores independientes deben tener libertad para supervisar estas funciones.
Refugiados
En el caso de los refugiados, todos los temas mencionados previamente requieren ser evaluados de manera especialmente cuidadosa. Realizar los preparativos para que puedan emitir votos ausentes en sus actuales países de residencia puede requerir acuerdos con los gobiernos implicados. Traerlos de regreso al país para votar implicará transportación internacional y medidas de seguridad. Puede ser necesaria la supervisión internacional de todos los sitios de votación en que residen en el extranjero para que los resultados globales de la elección sean considerados válidos.