Importancia del servicio al elector
Los sitios de votación son el rostro público del organismo electoral y la jornada comicial la única ocasión en que la mayoría del público tratará directamente con el proceso democrático formal. La experiencia del público en los sitios de votación -cómo se les trata, su percepción acerca de su eficacia e integridad- moldearán su actitud acerca de la efectividad de la autoridad electora y, a menudo, del proceso electoral mismo.
Las horas de votación son un ejercicio masivo de servicio al electorado, no sólo una aplicación ciega de reglas en beneficio de las autoridades. Bajo condiciones de presión, bajo plazos muy estrechos, para instalar una gran red de sitios de votación, equiparlos y asegurar que los procedimientos sean aplicados con integridad, los administradores pueden a veces perder de vista que se trata de un servicio. La calidad del servicio es de igual importancia que la integridad y contribuye a mejorarla.
Como con cualquier actividad orientada al usuario, un servicio electoral deficiente los ahuyentará. La experiencia con filas interminables, oficiales groseros o faltos de conocimiento, procedimientos o materiales complicados y mal explicados o falta de precisión en las listas de electores pueden provocar que el usuario decida no participar en la votación y, por tanto, en la democracia.
Las consideraciones relativas a la calidad del servicio son un componente esencial de todas las etapas de la planeación y preparación de la votación, incluyendo:
Asuntos de planeación
Al final no importa que preparativos se hayan hecho, los niveles de servicio e integridad descansan en lo práctico de los procedimientos de votación y en la calidad de su puesta en práctica por el personal durante la jornada electoral. Algunos de los elementos que requieren ser considerados cuidadosamente para ofrecer un servicio de calidad durante la jornada electoral incluyen:
Puesta en práctica del servicio
Al poner en práctica los planes de servicio al electorado, es conveniente poner atención en: