Consideraciones al elegir un estilo para impartir la capacitación
La efectividad de la capacitación para los funcionarios de las mesas de votación puede ser considerablemente influenciada por el estilo de impartición y los métodos de presentación empleados. Para elegir el estilo o la mezcla de estilos correctos para impartir la capacitación al personal de las mesas electorales hay que evaluar cuidadosamente los siguientes factores:
- las habilidades que se pretende desarrollar;
- los temas que deben asimilarse;
- las habilidades con las que cuentan los funcionarios de las mesas de votación que van a recibir la capacitación;
- la familiaridad cultural de quienes reciben la capacitación con los estilos potenciales de impartirla;
- la cantidad de personas que reciben la capacitación.
Como en el caso de la introducción de cualquier sistema, se recomienda probar el estilo de impartir capacitación y las combinaciones del contenido de los programas nuevos de capacitación ante una muestra de funcionarios de mesas electorales, y hacer ajustes después de evaluar los resultados de la prueba antes de instrumentar la capacitación. Si bien es un gasto adicional, puede evitar fracasos y la necesidad de volver a capacitar posteriormente.
Métodos potenciales de presentación
Pueden requerirse diferentes estilos para impartir la capacitación a los funcionarios ejecutivos de mesas de votación, tales como los administradores de mesas electorales, que para impartirla al personal de menor nivel. Para este personal, el objetivo es desarrollar habilidades en un rango limitado de labores (tales como distribuir el material electoral, revisar las identificaciones de los electores, cuidar las urnas y asistir a los electores con información sobre cómo votar) que se basan en los procedimientos estándar demostrables que pueden practicarse y evaluarse con facilidad. Los funcionarios con roles de supervisión y administración en las mesas electorales necesitan un rango más amplio de habilidades-algunas de procedimientos, algunas de juicio y administración-para las cuales la capacitación eficaz requeriría de diferentes mezclas en el estilo de impartición con una mayor orientación hacia las discusiones de grupo, la resolución de problemas y el trabajo analítico.
Estilos básicos de presentación
Los estilos básicos se pueden dividir en dos categorías:
- no-participativo, donde el capacitador brinda información relevante para sus labores a los participantes, quienes toman notas y tal vez tienen tiempo para hacer preguntas;
- participativo, en el cual se usan formatos a través de los cuales la interacción entre el grupo y el capacitador, así como la práctica de habilidades, son parte integral de la capacitación.
Los estilos no participativos típicos incluyen:
- lecturas;
- demostraciones hechas por expertos;
- uso de cintas de video y de audio como herramientas para la capacitación;
- asignaturas y exámenes.
Los estilos participativos típicos incluyen:
- grupos de discusión, ya sea del grupo de capacitación completo o usando subgrupos más pequeños, cuyas discusiones y conclusiones monitoreará el capacitador;
- juegos empleados para estimular el pensamiento sobre los parámetros de las labores y su conducción;
- simulacros de actividades de mesa de votación en las que participan los miembros del grupo, guiadas por el capacitador;
- ejercicios sobre las labores requeridas;
- competencias en las que se ponga a prueba el conocimiento individual o grupal y demostraciones de las habilidades aprendidas.
Cómo determinar los estilos adecuados para impartir la capacitación.
Para determinar cuáles estilos son apropiados para aplicarse al impartir conocimiento y habilidades particulares, hay algunos principios generales que hay que tener en cuenta. Depender de métodos no participativos, especialmente en presentaciones de tipo conferencia, y en herramientas de capacitación (ver Entorno para la Capacitación) no es el medio más eficaz para desarrollar la competencia en las labores. Sin embargo, estos estilos sirven para introducir y reforzar los marcos laborales legislativo y de procedimientos, para demostrar y describir las habilidades que han de aprenderse y para resumir los conceptos enseñados.
Los métodos de participación estimulan la competencia en las labores y el aprendizaje, proporcionan práctica a los participantes en las tareas que tendrán que realizar y fomentan la cooperación de equipo entre los participantes. Si se diseñan y controlan con cuidado pueden permitir la evaluación continua de conocimientos y el apoyo en la evaluación del progreso de la capacitación (ver Momento Adecuado para Impartir la Capacitación y Evaluación del Reclutamiento y la Capacitación).
Simulacros y representaciones
Para el personal de mesa de votación, los simulacros de las labores que se realizarán durante la jornada electoral, en un área que sea similar a una mesa de votación con materiales reales y en los que el grupo represente diversos roles (una variedad de funcionarios y electores) es una parte muy eficaz, si no es que esencial, de su capacitación. Los temas adecuados para los simulacros incluyen:
- Acomodar el equipo y materiales de la mesa de votación, incluyendo el sellado para las urnas (o procedimientos de inicialización de las máquinas o computadoras electorales), distribuir y revisar los materiales de votación, exhibir la información sobre los electores y el área para que firmen;
- revisar la identidad y elegibilidad de los votantes;
- distribuir materiales electorales;
- manejar las situaciones problemáticas y las quejas de los representantes de partidos o de candidatos y de los observadores independientes;
- brindar servicio a los electores y controlar las multitudes;
- cotejar el material electoral;
- monitorear las urnas y las áreas de mamparas;
- recopilar, clasificar y embalar los materiales al cierre de la votación y prepararse para el conteo de las papeletas.
Donde también se capacita al personal para el conteo de papeletas, se puede incluir actividades adicionales de simulacro tales como:
- ecibir los materiales (si provienen de diferentes centros de conteo) y cotejar las papeletas;
- determinar la validez de las marcas en las papeletas;
- clasificar, contar y sumar los votos;
- manejar las intervenciones de los representantes de candidato o de partido y de los observadores independientes;
- hacer cotejos finales y embalar los materiales.
Otras formas de capacitación participativa (discusiones con grupos grandes o pequeños, ejercicios y competencias) se pueden usar para reforzar y ampliar el aprendizaje obtenido de los simulacros o incluso para estimular el aprendizaje por sí mismas.
Habilidades de capacitación necesarias para los métodos participativos
La desventaja de los métodos participativos es que generalmente requieren un capacitador con un nivel elevado de habilidad y confianza. Es mucho más sencillo pararse enfrente de un grupo y dar una conferencia, o hacer una demostración, o usar herramientas audiovisuales, de lo que es conducir discusiones grupales, ejercicios y simulacros eficientemente. Debido a ello, en los sistemas de cascada (ver Metodología para la Capacitación), los capacitadores de menor nivel y generalmente inexpertos deben seleccionarse con cuidado y se les debe dar la oportunidad de que practiquen estas habilidades de capacitación participativa durante sus sesiones de capacitación, en caso de que se vaya a recurrir a ellos para capacitar a todos los funcionarios de mesas de votación.
Duración de las sesiones
No hay una duración ideal para las sesiones e capacitación. La duración óptima será determinada básicamente por:
- la complejidad de los temas que van a tratarse;
- las aptitudes básicas y la experiencia previa de los participantes;
- la capacidad de retención de información de la gente que recibe la capacitación.
Sin embargo, las sesiones de más de cinco o seis horas en un solo día disminuirán los niveles de energía de los participantes y los capacitadores y los lapsos de atención, y posiblemente conllevarán a reducir la efectividad.
Especialmente en el caso de los funcionarios ejecutivos de las mesas e votación, puede ser necesaria la capacitación en varios días para cubrir las cuestiones administrativas y de procedimiento. Donde se capacita al personal de mesas de votación relativamente experimentado, la capacitación sobre los procedimientos puede completarse en medio día, y se requerirá un día para el personal menos experimentado.
Donde los funcionarios de mesas de votación y demás personal reciben capacitación como capacitadores, es poco probable que se adquieran habilidades eficientes de capacitación en menos de dos días, además de la capacitación para las operaciones electorales técnicas y de procedimiento.
El costo puede ser un obstáculo para proporcionar capacitación exhaustiva. Sin embargo, los costos finales ocasionados por incluso unas pocas casillas electorales donde hay irregularidades significativas de procedimiento o administración pueden ser mucho mayores que los ahorros aparentes hechos en la capacitación.
Organización de las sesiones de capacitación
La organización y la efectividad de las sesiones de capacitación mejoran considerablemente si la sesión se divide en módulos específicos planeados. Las sesiones de formato libre pueden fácilmente dejar de cubrir los temas a tratar o las actividades grupales requeridas y por lo tanto es posible que no se cumpla con los objetivos de la sesión.
Es importante tomar recesos adecuados para conservar la atención de los participantes y no limitarse a los recesos programados para el café o las comidas. El capacitador observará cuidadosamente el nivel de respuesta del grupo y determinará si es necesario dar más recesos (que pueden incluir ejercicios físicos o mentales) o aumentar su duración, entre o durante los módulos, especialmente en casos donde los participantes hayan permanecido sentados durante periodos prolongados.
Cuando las sesiones se lleven a cabo en la noche, las necesidades y las limitaciones de energía y atención de los participantes que han desempeñado otras labores durante el día son factores que hay que tomar en cuenta al estructurar el contenido de la sesión y al definir su duración. Para sesiones de todo el día, es necesario programar actividades estimulantes para la sobremesa y para los periodos en que la gente se siente adormilada en la tarde.
Organización modular por temas
Las sesiones de capacitación se pueden controlar mejor si se dividen en módulos, cada uno de los cuales representa un bloque específico de aprendizaje que los participantes deben adquirir. La organización de las sesiones en módulos ayuda a los capacitadores ya que guarda una estructura para la distribución del tiempo y ofrece objetivos específicos identificables de capacitación y aprendizaje que sirven de parámetro para evaluar los logros de los participantes y el desempeño del capacitador. Cada módulo debe ir apoyado por un plan de lecciones. Estos planes deben ofrecer una guía detallada al capacitador para presentar cada módulo en relación con:
- el contenido de información
- los métodos de presentación
- los instrumentos auxiliares de capacitación
- la estructura de tiempo
- las actividades de revisión de la información
La cantidad de módulos en los que se divide una sesión y la duración de cada módulo dependerán de factores tales como:
- la cantidad de temas a cubrir (para obtener mayor información sobre el contenido de las sesiones, ver Contenido de las Sesiones de Capacitación);
- el estilo o estilos de presentación que se usarán (por ejemplo, los simulacros durarán más que las conferencias y la revisión del material);
- los lapsos de atención y la capacidad de asimilación de información del personal que recibe la capacitación.
Los lapsos de atención pueden variar en diferentes ambientes; por ejemplo, puede haber lapsos de atención muy reducidos en ambientes de elecciones después de un conflicto que haya afectado a la población.
Como regla general, disminuirá la energía, asimilación y atención de los participantes en los módulos que duran más de sesenta minutos. Dentro de cada módulo, hay que tomar en consideración los aspectos que se presentan en distintas formas. Los lapsos normales de atención eficaz duran un máximo de veinte minutos; para actividades pasivas, tales como ver demostraciones en video, estos lapsos pueden ser mucho más cortos. Dentro de módulos más duraderos, debe haber al menos un cambio de estilo de presentación o actividad en intervalos de veinte minutos para mantener la efectividad de la atención. Dichos cambios pueden ser tan sencillos como el movimiento de una actividad de discusión grupal a la presentación de conclusiones grupales, desde una demostración hasta un periodo de preguntas sobre la actividad demostrada, o de una descripción de tipo conferencia a una actividad de simulacro.
Durante cada módulo debe haber un espacio para hacer preguntas. Para la conclusión de cada módulo debe haber un espacio para que el capacitador evalúe la competencia de las habilidades de cada participante en el tema relevante. Esto puede hacerse mediante una tarea corta, mediante la participación en una demostración, un simulacro, una discusión grupal u otros medios adecuados.
Consideraciones especiales para capacitar a los funcionarios escrutadores
Donde los funcionarios que cuentan las papeletas son los mismos que participan en las mesas de votación, es probable que ya hayan trabajado activamente las diez a quince horas previas, por lo cual estarán fatigados y será probable que cometan errores de sentido común, antes de que comiencen a realizar sus tareas de conteo. La capacitación eficaz para estos funcionarios debe inculcar respuestas automáticas, practicadas a través de intensos simulacros de clasificación y conteo de papeletas, de manejo de impugnaciones a los votos, y de determinar la validez de las papeletas.