Cuestiones básicas
La seguridad es un factor que los administradores electorales deben tener en cuenta en todos los entornos, incluso en aquellos donde los riesgos de violencia física relacionada con la votación son bajos. El nivel de seguridad que se requiere para asegurar la libertad, imparcialidad e integridad, sólo pueden determinarse con precisión si se llevan a cabo evaluaciones de cada proceso que forma parte d e las operaciones electorales dentro de un entorno electoral específico. No es posible trazar un plan único de medidas de seguridad electoral.
Enfoque en las evaluaciones de riesgo de la seguridad
Las evaluaciones del riesgo de la seguridad normalmente analizan las siguientes cuestiones para cada proceso que forma parte de las operaciones electorales:
- La vulnerabilidad a los disturbios, violencia, fraude o manipulación;
- La importancia para generar resultados electorales libres e imparciales;
- Las amenazas potenciales a la seguridad a las que pueda estar sujeto;
- La repercusión potencial si no hay la seguridad suficiente para resistir amenazas potenciales sobre los resultados electorales, sobre la seguridad personal, sobre la infraestructura o sobre otras obligaciones legales o sociales (por ejemplo, la filtración de información personal protegida), o sobre los requisitos financieros electorales adicionales.
Factores que hay que tener en cuenta al evaluar los riesgos
Al evaluar los riesgos del nivel de amenazas específicas, es de utilidad tener en cuenta las siguientes cuestiones como factores específicos de una elección en particular, a fin de permitir la planeación de un marco de seguridad adecuado.
el entorno político, incluyendo un análisis de:
- El compromiso de cada participante político hacia los procesos transparentes y abiertos;
- Las fuerzas competitivas relativas de los participantes políticos;
- La historia y atmósfera actual relacionada con la aceptación de participantes políticos y la instrumentación de marcos electorales imparciales;
- El historial de aceptación de resultados electorales potencialmente adversos;
- La estabilidad o naturaleza transitoria de los sistemas políticos actuales;
- La existencia y fortalezas de los grupos o individuos activos que desean interrumpir o subvertir los procesos electorales.
el entorno de conflicto, incluyendo un análisis de:
- Mecanismos de resolución de conflictos evidentes o probables (discusión, negociación, manipulación, fraude, intimidación, violencia);
- El nivel de desconfianza entre los participantes políticos;
- La existencia de intensos conflictos geográficos, nacionales o ideológicos que serán evidentes durante las elecciones;
- La intensidad del conflicto político;
- La necesidad de imponer la intervención internacional para iniciar los procesos electorales.
el entorno administrativo, incluyendo un análisis de:
- La proclividad de las instituciones estatales para interferir directamente o a través de suplentes en los procesos electorales;
- La independencia e integridad de los funcionarios electorales;
- La integridad y los procedimientos de seguridad interna existentes para los proveedores de materiales y servicios.
el entorno de las fuerzas de seguridad, incluyendo un análisis de:
- La integridad, imparcialidad, profesionalismo y capacidades operativas de las fuerzas militares y policiales nacionales;
- La presencia y mandato de fuerzas internacionales de seguridad;
- La existencia de milicias privadas o fuerzas armadas oficiales bajo el control de un partido o la influencia de los participantes políticos.
el entorno informativo, incluyendo un análisis de:
- La complejidad, integridad y confiabilidad de los sistemas manuales y electrónicos empleados para almacenar datos sobre los cuales dependa la celebración adecuada de la elección.