Factores determinantes
Calcular efectivamente el volumen de personal requerido en los sitios de votación es esencial tanto para ofrecer un servicio de calidad a los electores como para controlar los costos de la logística. En términos generales el volumen de personal requerido estará relacionado directamente con el número de electores registrados que habrá que atender. Sin embargo, los niveles de personal requeridos realmente en cada sitio de votación estarán también directamente relacionados con otros factores tales como:
- Del catálogo de servicios que se van a ofrecer, incluyendo las facilidades dispuestas por la ley y los servicios adicionales de asistencia a los electores.
- La complejidad de los procedimientos de votación.
- El diseño físico del sitio de votación.
- Que tan familiarizados estén los electores con los procedimientos de votación.
- La duración de la jornada electoral.
- Si se celebrará una sola elección o elecciones múltiples.
- Los estándares de servicio que hayan sido fijados por la autoridad electoral.
También hay factores más focalizados que pueden afectar los niveles de personal en sitios de votación específico tales como:
- Las características del electorado local, particularmente en términos de edad y compenetración con el lenguaje oficial que se use para votar.
- Las condiciones locales que pueden exacerbar los horarios pico de atención a los electores y que, por tanto, exigen personal adicional para asegurar que se cumpla con los estándares de servicio establecido.
Niveles de personal efectivos
Dado que habrá enormes variaciones en estos factores, será muy difícil determinar un nivel ideal de personal aplicable a todas las condiciones y asegurar que todas las responsabilidades funcionales conferidas a cada sitio de votación sean efectivamente instrumentadas (ver Categorías y Responsabilidades del Personal).
Sin embargo, hay algunos principios generales para determinar los niveles de personal que pueden ser aplicados. El primero de ellos consiste en establecer un modelo general para una elección en particular. La forma en que esto se haga dependerá del modo en que se determine la ubicación de los sitios de votación (ver Ubicación de los Sitios de Votación). En términos generales, hay dos métodos básicos para hacerlo:
1. Si se dividen los distritos electorales en áreas de votación que contengan aproximadamente el mismo número de electores, quizá sea posible diseñar un modelo que sea apropiado para todos los sitios de votación. Esto implica la formulación de un tamaño estándar para los sitios de votación. En algunas circunstancias, especialmente donde se necesita garantizar la accesibilidad de los electores rurales o existen enormes disparidades en los niveles educativos entre los residentes urbanos y los rurales, puede ser necesario definir un modelo para cada tipo de distritos: urbanos y rurales. En todo caso, este modelo es relativamente simple de poner en práctica ya que establece un número limitado de requerimientos comunes para todos los sitios de votación.
2. Se puede poner en práctica un enfoque más flexible sobre cuántos electores atender en cada sitio de votación considerando las ventajas que se pueden derivar de circunstancias locales (por ejemplo, el tamaño de las instalaciones disponibles o la experiencia del personal.. En este caso, el volumen de personal se determina sobre la base de una escala móvil directamente relacionada con el número de votantes estimado en cada sitio de votación. Si bien este modelo puede representar ventajas, resulta más apropiado bajo sistemas sofisticados de administración electoral que tengan redes de cómputo y programas pertinentes para determinar la asignación de personal a cada sitio de votación.
Flexibilidad
Independientemente de la base que se tome en cuenta para determinar el personal asignado a las mesas de votación, debe existir cierta flexibilidad administrativa para adaptar su número a las circunstancias locales. Esto es tan útil en los casos que se requiera personal adicional para ofrecer un nivel de servicio aceptable (por ejemplo, en áreas con altas proporciones de personas de edad avanzada o bajos niveles de escolaridad), como en aquellas circunstancias donde el estándar es excesivo y se pueden generar economías sin afectar el servicio.
No obstante, esa flexibilidad debe ser manejada de manera excepcional y requerir de aprobación de los órganos u oficiales superiores para garantizar la consistencia del servicio y evitar tanto el dispendio de recursos como el privilegiar las economías por encima de la calidad del servicio por parte de los oficiales locales.
Personal para satisfacer necesidades electorales específicas
La tabla que se incluye más abajo 5 muestra lo mucho que pueden variar los estándares de personal entre distintos países y qué tanto dependen del contexto electoral específico, particularmente en términos de la familiaridad de los electores con los procedimientos de votación y la disponibilidad de personal experimentado. Los ejemplos de Australia y Sudáfrica presentan las siguientes características:
Ambos atienden una cantidad similar de electores en los sitios de votación.
Ambos se refieren a elecciones en que los electores tienen que llenar dos papeletas: mediante una marca simple en el caso sudafricano y mediante un sistema preferencial en el caso australiano.
Los registro de identidad del elector son más rigurosos en Sudáfrica, comprendiendo la producción de credenciales de identificación y, en algunos casos, el marcado con tinta. En el caso australiano, a los electores simplemente se les pide que manifiesten que su identidad y dirección son correctas y que no han votado previamente en esa misma elección.
En el ejemplo australiano, donde tanto los electores como los oficiales cuentan con experiencia en el procedimiento de votación, los electores pueden votar en cualquier sitio comprendido dentro de su distrito electoral y se utilizan filas del tipo bancario en donde los votantes son remitidos con el primer oficial de votación disponible dentro del recinto (ver Control del Flujo de Electores).
En el ejemplo sudafricano, los oficiales y los electores no tenían experiencia en los procedimientos de votación utilizados. Incluso la mayoría tenía poca experiencia en votar. Los electores fueron asignados a un sitio de votación específico, las listas de electores, las mesas de verificación de elegibilidad y de emisión de materiales para votar fueron divididas alfabéticamente. (i.e., A-M, N-Z).
PERFILES DE PERSONAL EN LAS MESAS DE VOTACIÓN |
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ELECCIONES PARA GOBIERNO LOCAL EN SUDÁFRICA DE 1995 |
ELECCIÓN FEDERAL AUSTRALIANA DE 1996 |
Método para determinar el volumen de personal |
Personal estándar hasta por un máximo de votantes registrados de:
Áreas urbanas (electores letrados) | 2500 |
Áreas urbanas (electores menos letrados) | 1250 |
Áreas rurales | 750 |
|
Flexible de acuerdo con el número de electores |
Posibilidad de ajustes |
Disminución de oficiales sujeta a aprobación donde se espere un menor número de electores
Incrementos sujetos a aprobación en el número de electores hasta:
Áreas urbanas (electores letrados) | 4000 |
Áreas urbanas (electores menos letrados) | 2500 |
on approval of Premier
|
Se pueden introducir ajustes en función de circunstancias locales |
Duración de la votación |
15 |
10 |
Participación estimada para este ejemplo |
Votación máxima en:
Áreas urbanas (electores letrados) | 2500 |
Áreas urbanas (electores menos letrados) | 1250 |
Áreas rurales | 750 |
|
2500 |
1250 |
750 |
|
CATEGORÍA DE PERSONAL |
NÚMERO DE PERSONAL |
Administrador o presidente del sitio de votación |
1 |
1 |
1 |
1 |
Vicepresidente |
1 |
0 |
0 |
0 |
Oficiales de control de acceso y filas de electores |
2 |
1 |
1 |
0 |
Oficiales de control de salida |
1 |
0 |
0 |
0 |
Oficial de registro de electores |
2 |
|
|
|
Oficial encargado de expedir las papeletas para la elección de mayoría |
2 |
*5 |
*3 |
*2 |
Oficial encargado de expedir las papeletas de representación |
2 |
|
|
|
Supervisor de la cabina de votación |
2 |
0 |
0 |
0 |
Guardia de la urna |
2 |
1 |
1 |
1 |
|
|
|
|
|
TOTAL |
15 |
8 |
6 |
4 |
* El mismo oficial verifica la elegibilidad del votante y le entrega las papeletas de votación. |
Como se puede observar en la tabla, cuando se cuenta con oficiales de votación y electorales experimentados, se pueden lograr economías significativas en los costos del personal combinando las funciones de los oficiales y simplificando los procedimientos de votación.
Incrementar la eficiencia
Entre las áreas donde la generación de eficiencias puede ser examinada en términos de volumen y perfiles del personal en función del número estimado de electores y de sus flujos durante la jornada electoral, figuran las siguientes:
- Determinar si las funciones de control de acceso y de las filas de electores pueden ser realizadas por un mismo oficial o grupo de oficiales o si, en sitios de votación reducidos, quedar a cargo del administrador o presidente del recinto.
- Valorar si las funciones de verificación de elegibilidad del elector y la entrega de materiales de votación pueden ser vinculadas de tal manera que el mismo oficial cumpla ambas.
- Cuál es la combinación más efectiva de personal para atender a los votantes una vez que se les han entregado los materiales de votación.
¿Realmente se requiere que existan oficiales por separado para supervisar las cabinas de votación, custodiar las urnas y controlar la salida del recinto? En muchos casos, el servicio a los electores puede ser pobre no en razón de deficiencias en el volumen y perfiles del personal, sino por el hecho de que se han instalado compartimentos insuficientes para votar.
Dependiendo del clima que rodea la elección y del marco legal vigente, puede ser posible que no se puedan generar muchas economías. Sin embargo, todos estos asuntos necesitan ser considerados al determinar los niveles más apropiados de personal en términos de costo-efectividad. Un asunto clave al estimar los niveles de personal requeridos reside en determinar el ritmo al cual se revisará la elegibilidad del elector y se les proporcionarán los materiales de votación.
A su vez, ello dependerá de factores tales como los procedimientos adoptados para verificar la elegibilidad y el tipo y volumen de los materiales de votación. El análisis de esas actividades debe realizarse tomando en cuenta los horarios pico de votación y sus efectos en el servicio ofrecido.
Rapidez en la entrega del material de votación
En sistemas eficientes (con listas de electores precisas, personal bien capacitado y facilidades adecuadas en los sitios de votación) se puede esperar que un solo oficial de votación encargado de verificar la elegibilidad de los electores y entregar el material de votación pueda atender sin mayor problema a un promedio de 60 votantes por hora. Cuando las funciones de verificación y emisión de materiales se asignan a oficiales por separado, la rapidez puede ser mayor pero el costo doble.
Sin embargo, es probable que sólo se pueda atender alrededor de 40 electores por hora cuando:
- Existen dificultades para utilizar la lista de electores (por ejemplo, donde contienen un gran número de nombres con imprecisiones o se tiene que revisar más de una lista.
- El personal no tiene experiencia o no está bien capacitado.
- Los electores no están familiarizados con el sistema de votación y requieren de mucha orientación o asistencia.
- Se requiere que el personal encargado de entregar los materiales de votación desempeñe actividades adicionales de registro (ver Entrega de Papeletas y Emisión del Voto).
Cuando de les solicita a los electores que proporcionen información adicional para determinar su elegibilidad (como ocurre en algunos métodos de voto en ausencia, votos provisionales, etc.), es poco probable que se pueda atender a mucho más de 20 electores por hora.
Probar los esquemas de operación del personal
Es altamente recomendable que cuando se modifiquen o adopten nuevos estándares de operación del personal, sean probados antes de ser aplicados en una elección general. Es posible hacer esto en una elección parcial o extraordinaria. Independientemente de que exista o no esa oportunidad, se deben organizar pruebas utilizando una muestra de electores para asegurar que:
- Se puede cumplir con los ritmos de atención a los electores establecidos sin provocar una gran tensión en el personal o efectos adversos en la calidad del servicio o le integridad de la elección.
- Los cálculos sobre el personal requerido son suficientes en términos del número asignado a cada sitio de votación y del personal asignado a funciones específicas.
Vale la pena invertir algo de tiempo y recursos en probar exhaustivamente los estándares de operación del personal y luego ajustarlos sobre la base de sus resultados. Asignar personal insuficiente a los sitios de votación puede afectar seriamente la integridad de la elección.