Administración
Al desarrollar equipos de observación electoral, las organizaciones no gubernamentales (ONG) y las organizaciones de comunidades de base (OCB) de carácter local, deben contar con una estructura administrativa capaz de:
- Dirigir las actividades de observación.
- Establecer contacto y realizar consultas con los administradores electorales y los contendientes políticos.
- Reclutar y capacitar personal.
- Manejar materiales y asuntos de logística e información.
- Manejar cualquier conflicto de carácter político o administrativo.
(Para un examen general de los requerimientos estructurales, de planeación y capacitación para la observación electoral, ver Observación Electoral y Fuentes de Observación y Reclutamiento.)
Estructura organizativa
La clave reside en saber cómo organizar grupos locales de observación de la mejor forma en términos de costo-efectividad, como para cubrir el proceso electoral en toda su extensión. Las alternativas pueden incluir:
- Crear una estructura de observación (con sus costos asociados).
- Transformar una estructura existente (por ejemplo, de supervisión general de los derechos humanos) para actividades de observación electoral.
- Crear una coalición entre grupos existentes.
Este último método puede brindar una mayor cobertura y disponibilidad de habilidades, pero puede ser difícil de lograr entre ONG's y OCB's que tengan diferentes agendas y enfoques. Al determinar el método a usar, se deben considerar factores como el carácter de independencia, el acceso a recursos, las capacidades especializadas y las habilidades disponibles. También se debe considerar con mucho cuidado el financiamiento requerido y la capacidad para obtenerlo de los miembros o de fuentes externas.
Coordinación con grupos internacionales
Cuando también se encuentran grupos de observación internacionales (ver Organismos Internacionales), la coordinación entre observadores locales e internacionales ofrece beneficios mutuos. Para evitar problemas posteriores sobre los espacios de actividad, las relaciones entre ambos grupos deben ser definidas con antelación a la fecha de despliegue.
Personal de observación
Generalmente, las organizaciones locales no tendrán acceso a un gran número de personal profesional, lo que obliga a enfatizar la efectividad de sus programas de capacitación (ver Capacitación de los Observadores). Además del personal de campo; los proyectos de observación local; el respaldo administrativo bien capacitado para el reclutamiento, capacitación, coordinación y administración de los observadores en campo, organización de la logística, información pública y asesoría legal, entre otras áreas. El personal reclutado debe satisfacer los requerimientos de la organización. Se deben realizar esfuerzos para lograr un equilibrio étnico y de género en la integración del equipo de observación.
Para que la asignación de tareas entre el personal satisfaga el criterio de costo-efectividad, puede realizarse sobre la base de su ubicación geográfica, conocimiento funcional e intereses personales, aunque pueden lograrse beneficios de construcción de capacidades a largo plazo si al personal se le asignan tareas distintas a la de su área de conocimiento base.
Para programas extensos o a gran escala de observación, las ONG's y las OCB's locales pueden no ser capaces de satisfacer los requisitos de reclutamiento mediante sus miembros actuales. Las estrategias de reclutamiento pueden dirigirse hacia el público en general o grupos específicos; en cualquier caso se pueden utilizar medios de comunicación generales o especializados, así como el contacto directo. Cuando se van a reclutar observadores noveles, es esencial que los prospectos estén bien informados y comprometidos con el proceso de observación. Es necesario tomar previsiones contra la tentativa de organizaciones estatales o fantasma de promover candidatos como observadores, ya sea para confundir el proceso o para generar contradicciones en los reportes.
Cualquiera que sea la fuente de procedencia, los reclutas potenciales deben ser sometidos a un proceso de selección formal debidamente evaluado a fin de probar sus habilidades, conocimientos, cualidades personales e imparcialidad. Una observación de mala calidad puede ser más dañina que reducir el ámbito de observación si no hay personal calificado suficiente.